¡Hola! Les cuento un poco de que se trata esto, crecí en un barrio un tanto peligroso, entonces mis padres no dejaban que saliera mucho, mi rutina, solo era ir al colegio, hacer tareas, jugar en mi casa sola, o a veces invitaba amigas, pero todo era muy "light" y empecé a engordar, cuando me dí cuenta pesaba unos 70 kilos, siendo una niña de 9 años, era horrible, y mis papás no ayudaban del todo, decían que estaba gordita, que bajara de peso, etc. y bueno no se puede esperar tanto de una niña de 8 sin la ayuda de una nutricionista, era una carga para mi y creo que para cualquier niño/a que se les diga esas cosas sin verdaderamente ayudar, o sea, no iba a bajar de peso solo si me decían que estaba gorda, bueno, el tema fue que un día dije ¡BASTA! y comencé a bajar raciones de comida, no comía cosas "ricas", comencé a hacer ejercicio por mi cuenta, puse los juegos de recreo a mi favor, corriendo y jugando muy activa en el colegio, y cuando me di cuenta, ya habían pasado varios meses así.
Había bajado bastante, recuerdo que teníamos una bascula en la casa, y de 70, bajé a 65, en mí creció una sonrisa enorme, en ese momento dije, tengo el control de mi peso, estaba demasiado feliz, pero ya no me bastaba con solo bajar raciones y hacer actividad física, no, quería mas, entonces si bajé la cantidad de comida, me dije, omitiré el desayuno, tomaba mas cantidad de agua, y mas ejercicio.
Luego no fue solo omitir el desayuno, sino, el almuerzo, y lo sustituí por agua,mas ejercicio, seguí así hasta medio año o casi un año, que ya todos comenzaron a notar de verdad mi perdida de peso, por dentro me sentía muy bien, hasta que llegó el día en que me pregunte si podía vomitar, y aquí es donde me veía gorda todavía, por suerte, no vomite jamas, (me da mucho asco el vomito y solo el hecho de pensar en eso me asquea mucho) así que no lo hice.
Pero mi mente ya no era la misma,era una obsesión, seguí hasta cumplir los 10 años, y una mamá de una compañera me pregunto si estaba comiendo, porque me veía muy pálida, ahí fue cuando me di cuenta que estaba mal. Mis padres trabajaban mucho así que no sabían, los fines de semana si desayunaba y almorzaba, a veces no cenaba, pero no decían nada.
Con esto quiero decir, que hay que tener mucho tacto para decir algunas cosas, sobre todo en la niñez y adolescencia, solo con decirle a alguien que esta gordo, no basta, no es una ayuda de verdad, y a tener mucho ojo con los hijos, en si, yo siempre entendí porque trabajaban mis padres, y no les guardo rencor, pero quizás en otros niños no sea así, y hay que cuidar las relaciones madre/padre he hijo/a.
¡Nos vemos en otro post!
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