Aún seguimos en este ambiente post-Balón de Oro que nos rodea. Como ya explique en ocasiones anteriores, la elección de Luka Modric como el mejor jugador del 2018 representó una gran injusticia, ya que había otros jugadores que lo merecían mucho más que él. Pero esta no es ni la primera ni la última vez que no se galardona a quien realmente fue el mejor del año. Y es que el Balón de Oro, a pesar de ser el premio más prestigioso a nivel individual que puede recibir un futbolista, jamás ha estado exento de polémica y elecciones erradas. Por eso es que hoy repasaremos la primera parte de los Balones de Oro injustos de este milenio; aquellas ediciones que se entregaron de forma errada y haremos justicia histórica para quienes realmente lo merecían. Les sorprenderá ver cuántas veces le erró France Football a la hora de entregar tan afamado galardón.


Balón de Oro 2000.

Técnicamente este no fue el primer Balón de Oro del milenio (el cual contrario a la creencia popular, el nuevo milenio empezó en el año 2001), pero lo consideré injusto y por tanto no pude dejarlo fuera. En aquel lejano año 2000 el galardonado fue el portugués Luis Figo, quien se impuso en la votación a Zinedine Zidane y Andriy Shevchenko. Lo curioso sobre este premio es que a nivel de clubes Figo no pudo ganar ningún titulo con el FC Barcelona. Por su parte, en la Champions League el conjunto culé cayó eliminado en semifinales ante el Real Madrid. En esos tiempos ya el Barcelona había caído en uno de sus baches históricos.

Mientras que con su selección, Figo disputó la EURO 2000 en la cual lograron llegar a unas históricas semifinales. Lamentablemente el combinado portugués cayó eliminado en las semifinales ante la poderosa Francia, quien era la vigente campeona del mundo, con un gol de oro de Zidane. Es de destacar que a pesar de no haber obtenido el título, Figo fue uno de los mejores jugadores del torneo y pilar fundamental de su equipo. La realidad es que Figo, a pesar de no haber obtenido títulos importantes, tuvo un año con muy buen nivel futbolístico siendo figura tanto de su club como de su Selección. Pero, para quienes vieron aquella temporada 1999-200, quedaba claro que el portugués distaba de ser el mejor futbolista del mundo. Simplemente había alguien mejor que él. La realidad es que su polémico traspaso al Real Madrid en el verano del 2000, que lo convirtió en el fichaje más caro de la historia, influyó mucho entre los electores. Como siempre, el bendito marketing.

Entonces ¿Quién debía ganar el Balón de Oro? No podía ser otro que el francés Zinedine Zidane. A pesar de no haber obtenido títulos con la Juventus, cualquier persona con cuatro dedos de frente reconocía que Zidane fue el futbolista que mejor fútbol desplegó en aquel año 2000. A pesar de haber tenido estadísticas de goles y asistencias pobres en aquel año en comparación con lo que se pide hoy día, aquellos eran otros tiempos y los goles no importaban tanto. La verdad es que a Zidane no le hacían falta goles para dejar claro que era el mejor de todos. Su influencia en su club y en su Selección era innegable e irremplazable.

Además, la joya de la corona de aquel año 2000 para Zidane fue haberse coronado campeón de la EURO con Francia. Zizou fue galardonado de forma indiscutida como el mejor jugador de aquel torneo, apareciendo en los momentos en que más lo necesitaba con equipo con goles y actuaciones memorables (como la mencionada semifinal ante Portugal, por ejemplo). La verdad es que Zidane tenía todos los méritos, tanto individuales como colectivos, para hacerse con ese Balón de Oro. No es que Figo haya tenido un mal año, es que simplemente Zidane fue mejor. Y si aquella edición hubiera sido justo, el centrocampista francés tuviera otro Balón de Oro en sus vitrinas.

Balón de Oro 2001.

Este es, sin duda alguna, el Balón de Oro más escandaloso, polémico e injusto del milenio; y cuidado si no lo es también de la era moderna. Ese año 2001, contra todo pronóstico y de manera sorprendente, el inglés Michel Owen fue distinguido como el mejor jugador del año; siendo también el segundo más joven en conseguirlo, a los 21 años y 11 meses. Este premio sorprendió a todos, hasta el mismo Owen, ya que no se encontraba ni entre los favoritos a optar por este premio. Una gran estela de sospecha envuelve la elección de Owen como Balón de Oro ya que pocos consideraban que hubiera hecho lo méritos necesarios a nivel individual como para hacerse de este galardón. En ese año el delantero del Liverpool estaba atravesando el mejor momento de su aún prometedora carrera. Esa temporada Owen logró alzar 5 títulos con el Liverpool: Copa UEFA, FA Cup, Carling Cup, Charity Shield y la Supercopa de Europa. No hay duda que es una cosecha de títulos bastante amplia. Si, Owen ganó todos los títulos que a nadie le interesan.

Pero la realidad es que el delantero inglés no hizo nada extraordinario a nivel individual para merecer el Balón de Oro y, al final, recordemos que de trata de un premio individual. Quizás podríamos pensar que a pesar de no obtener títulos de verdad importantes, Owen al menos marcaría una gran cantidad de goles para justificar, pero nada más alejado de la realidad. Owen quedó quinto en la tabla de máximos goleadores de la Premier League en la temporada 2000-2001 marcando 15 goles, bastante lejos de los 23 que anotó Jimmy-Floyd Hasselbaink. De hecho, Owen ni siquiera tuvo en 2001 el mejor año de su carrera con respecto a los registros goleadores. Owen tampoco fue goleador de la Copa UEFA obtenida por el Liverpool y tampoco pudo marcar en los partidos más importantes de dicha competición. ¿Les parecen méritos suficientes para ser nombrado el mejor futbolista del mundo? Queda claro que no. El problema no era lo que Owen hizo o dejo de hacer en 2001, sino contra quien competía.

Y es que el máximo candidato para hacerse con ese Balón de Oro no era otro que Raúl González Blanco. En ese año 2001 el español estaba en el apogeo de su carrera, marcando goles de todas las formas y colores en cuanta competición pusiera pie. En esa temporada 2000-2001 Raúl acumuló títulos individuales y colectivos que convertían el ansiado sueño de que un español volviera a ser galardonado como el mejor del mundo en una realidad latente y casi que inevitable, casi. En el plano de clubes Raúl logró ganar con el Real Madrid La Liga en esa temporada, además de ser semifinalistas de la UEFA Champions League siendo batidos por el Bayern Münich. Y desde lo individual, Raúl ganó el Trofeo Pichichi aquella temporada que lo distinguía como el máximo goleador de La Liga tras anotar 24 goles; además quedó tercero en la pelea por la Bota de Oro Europea. A todo esto le sumamos que fue el máximo goleador de la UEFA Champions League y el mejor delantero de la competición. Goles y más goles. Particularmente en ese año 2001, con un olfato goleador pocas veces visto, Raúl fue la efectividad hecha futbolista. Tanto a nivel colectivo como individual, no había nadie con más méritos que Raúl para ganar el Balón de Oro. ¿Qué salió mal entonces?

Una sola cosa: ser español. Y cuando vemos que la revista que entrega el Balón de Oro es France Football…de Francia, entendemos todo. Para nadie es un secreto que entre Francia y España siempre ha existió una gran rivalidad. Y France Football no pasa de esto. Aunque es cierto que votan periodistas acreditados de todo el mundo, también sabemos que la opinión de los editores franceses de la revista pesa y mucho. La verdad es que France Football siempre ha sentido una gran aversión por cualquier cosa que sea española y, como quedó demostrado en 2001, no lo ocultan. Esta es la razón por la cual ningún futbolista español ha logrado ganar el Balón de Oro en la era moderna desde que lo lograra Luis Suárez por allá por 1964, aunque hicieras todos los méritos como los hizo Raúl en 2001. Cuentan que en la década de 1980 ya le habían robado uno de manera inexplicable al “Buitre” Emilio Butragueño. ¿Saben cuál fue la excusa de France Football para no darle el Balón de Oro a Raúl? Que no había ganado nada con la Selección española. Quizás se olvidaron de dos cosas: 1)En 2001 no se disputó ningún torneo internacional de Selecciones; y 2)Owen tampoco había ganado nada con Inglaterra. No hay una forma diferente de llamar al Balón de Oro 2001 más que una vergüenza total y un insulto al fútbol y a la inteligencia de sus fanáticos.


Mañana volveré con tres ejemplos más de Balones de Oro injustos, para seguir haciendo justicia histórica y premiar a quienes realmente lo merecían.