Finalmente el día de ayer terminó concretándose lo que era un secreto a voces durante las últimas semanas, que Luka Modric se adjudicara el Balón de Oro 2018. El croata terminó imponiéndose ante Cristiano Ronaldo y Antoine Griezmann, quienes quedaron en segundo y tercer lugar respectivamente.

Debo admitir que ayer me sentí ofendido e indignado como fanático del fútbol, porque yo creía en este tipo de premiaciones y realmente me gustaban. Pero para mí es muy duro y desalentador ver que el premio a mejor futbolista del año no se lo dan al mejor futbolista del año. Jamás pensé que llegaría a criticar a Modric, porque es un futbolista que me encanta y que quiero con todo mi corazón; me duele muchísimo tener que decir que no merecía ganar este premio. Ayer en París, se cometió una de las injusticias más grandes en la historia del fútbol moderno, porque de nuevo el Balón de Oro lamentablemente no fue a parar en las manos de quien realmente lo merecía.

Sé que muchos no coinciden conmigo en este particular; más bien alaban la elección del croata. Dicen que esta es una reivindicación para el fútbol, para demostrar que no sólo quienes marcan los goles son los importantes. Dicen que se ha saldado una deuda histórica que tenía el Balón de Oro para con los mediocampistas creadores de juego quienes, según ellos, les han arrebatado varios Balones de Oro durante las últimas décadas. La verdad es que todas estas aseveraciones son sólo un montón de estupideces.

De nuevo, no estoy menospreciando de ninguna manera a Luka Modric ni dejando de reconocer su talento. La verdad es que es el mejor mediocampista de nuestra generación, un jugador irrepetible y pilar fundamental de los éxitos modernos del Real Madrid. Pero simplemente no fue ni de lejos el mejor jugador del año 2018 e insistir en que si lo fue es sólo un chiste malo.

Los defensores de la elección del croata aseguran que Modric tiene más méritos que nadie para haberse llevado este galardón y se remiten principalmente a dos cosas: la UEFA Champions League conquistada ante el Liverpool y el Mundial Rusia 2018. Vayamos por partes, hoy desmontaremos mentiras.

Empecemos por la Champions. Como todos sabemos el Real Madrid terminó coronándose campeón de la Champions por tercer año consecutivo y por cuarta vez en los últimos 5 años, un hito nunca antes visto en la historia moderna de la competición (jamás me cansaré de decir eso). Para la historia y las estadísticas permanece que Modric alzó su cuarta Champions League con el Real Madrid, pero no debemos olvidar que este es un trofeo que premia lo individual y no lo colectivo. De hecho, la misma revista France Football ha aclarado que el primer criterio de elección debe ser el rendimiento individual de un jugador por encima de los títulos obtenidos.

¿Y cómo fue el rendimiento de Luka Modric en la pasada Champions? Discreto, muy discreto y normal. La realidad es que el croata no logró cuajar sus mejores actuaciones durante las noches europeas. Y es que la 13ra Champions del Real Madrid tiene dos nombres propios: Cristiano Ronaldo y la suerte, mucha suerte. Es indiscutible que Modric es el motor del conjunto merengue, pero mientras el crack portugués estuvo enchufado, el Real Madrid logró ir superando las diferentes instancias a las que se enfrentaba. No hace falta recordar como Cristiano destrozó al PSG y a la Juve en Turín. Pero ¿Qué pasó cuando Cristiano entró en un bajón y dejó de ser decisivo? El Real Madrid sufrió y mucho para terminar avanzando de fase gracias a errores del rival y una innegable cuota de suerte.

Son en estos momentos cuando tu máxima estrella no te salva que se espera que The Best, el Balón de Oro apareciera, se echara el equipo al hombro con su fútbol e hiciera alarde de su mejor repertorio. Pero la imagen que tengo en la mente es una muy distinta, la de un Luka Modric que jamás apareció en el rol de figura descollante y que tuvo un desempeño regular al igual que el resto de sus compañeros. No podemos decir que Modric merece el Balón de Oro más que nadie cuando ni siquiera fue el mejor jugador de su equipo ni de la Champions, honores que le pertenecen únicamente a Cristiano Ronaldo.

Sin embargo, queda aún un argumento (quizás el más importante) por analizar: el Mundial Rusia 2018. Todos recordamos que Croacia de la mano de Modric terminó consiguiendo el sub-campeonato del mundo tras perder la final ante Francia. Todo esto aunado a la magnífica actuación de Modric en Rusia hizo que fuera galardonado como el mejor jugador del Mundial. En este particular no tengo absolutamente nada que decir, Luka Modric fue de lejos el mejor jugador de Rusia 2018. Su rendimiento fue sencillamente increíble, sublime, apoteósico, una muestra de buen fútbol.

Pero hay un problema, no estamos premiando al mejor jugador del Mundial; estamos premiando al mejor jugador del año 2018. No se está evaluando 1 mes, se están evaluando 12 meses. Esto es lo que pasa en año de Mundial, parece que la opinión popular se distorsiona. Es cierto que el Mundial es el evento más grande del fútbol a nivel mundial; pero me resulta inconcebible que 1 gran mes valga más que 10 meses, que 7 partidos valgan más que 50.

¿Y que pasa cuando analizamos el año completo de Luka Modric? Nos encontramos con que dista mucho de ser el mejor año de su carrera en cuando a rendimiento individual. ¿Por qué creen que el Real Madrid no tuvo una buena temporada en Liga? En buena parte porque Luka Modric no tuvo un buen año. Recordemos que ha quedado demostrado que el buen rendimiento del club merengue siempre han ido de la mano con los picos de rendimiento del croata. Cuando Modric está bien, el Real Madrid juega bien; cuando Modric está mal, el Real Madrid sufre. Y ni mencionar el espantoso inicio de temporada que ha tenido Luka, donde no ha logrado recuperar el nivel al que nos tiene acostumbrado. Suena feo, pero durante varios tramos de estos últimos meses se ha convertido en un objeto extraño e irreconocible dentro del campo de juego. No podemos premiar al croata con esta distinción cuando no estuvo ni cerca de tener el mejor año de su carrera.

Y sé que van a seguir insistiendo con lo del Mundial, pero la realidad es que si nos podemos a analizar y siendo objetivos, el Mundial de Luka Modric tampoco ha sido mejor que el de algunas figuras de Mundiales recientes que también fueron distinguidos como el mejor jugador del torneo. Por ejemplo, aunque el Mundial de Modric fue espectacular, no está a la altura del Mundial apoteósico de Ronaldo en Korea-Japón 2002; o al Mundial superlativo de Zidane en Alemania 2006; y ni hablar del Mundial monumental de Diego Forlán en 2010. Tanto el francés como el uruguayo tuvieron rendimientos históricos en esos Mundiales y muy probablemente hayan tenido un mejor desempeño a nivel de clubes, pero tampoco les alcanzó para que los consideraran dignos de ser coronados como los mejores del año. Ser el mejor del Mundial no basta.

De nuevo, quiero recalcar que yo amo a Modric; pero el haberle dado este Balón de Oro fue una injusticia grandísima porque simplemente no fue el mejor del año. Puedo mencionar hasta 4 jugadores que tuvieron un mejor 2018 que Luka Modric, pero eso será tema para otro día. Esto lo digo de corazón, como madridista: no lo merece. La verdad es que muchos se dejaron llevar por el descubrimiento de Modric, porque parece que recién es que todo el mundo se está dando cuenta que es el mejor mediocampista de su generación y que sin él probablemente no hubiera sido posible esta época dorada del Real Madrid. Pero cometieron un grave error, supuestamente quisieron hacerle justicia al fútbol y terminaron manchándolo.

Me pregunto yo ¿habría ganado Luka Modric el premio a Mejor Jugador UEFA, The Best y el Balón de Oro si Cristiano Ronaldo aún jugara en el Real Madrid? Difícilmente. Hay que decir que la campaña mediática en contra del portugués ha sido brutal y que el club blanco ejerce una poderosa influencia.

Hoy me voy a la cama triste y angustiado, porque el premio a mejor jugador del mundo no lo ganó el mejor. Hoy veo a Luka Modric con el Balón de Oro en sus manos y pienso: “¿para esto terminamos con el hermoso duopolio que han ejercido Lionel Messi y Cristiano Ronaldo con mano de hierro durante la última década”. Sin dudas, un Balón de Oro desperdiciado.