Todo parece indicar que Mbappe será madridista para la temporada 22/23, con un Vinicius ascendente y un Benzema, que a pesar de un ligero bajón, sigue siendo uno de los mejores delanteros de Europa, ¿Cómo encaja Mbappe en el sistema?
Asumiendo que el Real Madrid seguirá con el 4-3-3 habitual de los últimos años, dicho por el propio Anchelotti, se plantea un problema (bendito problema) para el técnico italiano. Mbappe ha jugado en ambos extremos y de delantero tanto en el PSG como en la selección de Francia.
En el caso de que juegue en sus dos posiciones predilectas, banda izquierda o de delantero centro (eso sí, con movilidad por todo el campo, arrancado desde atrás para iniciar el juego o cayendo a una banda), estaría quitando sitio a Vinicius o a Benzema, y si cae a la banda derecha el Madrid estaría desaprovechando parte del potencial ofensivo del francés. Vinicius es un jugador de futuro, se podría apostar por juntar a ambos, con el jugador del Psg como delantero, quitando el puesto a Benzema, que a pesar de su edad, es una de las pocas certezas que tiene el Madrid a día de hoy. Si quita a Vinicius, frena su progresión a menos que el brasileño se adapte a la banda derecha, algo que parece imposible a día de hoy, Vinicius es un jugador que por sus características técnicas y perfil necesita ese costado más aún que Mbappe, un jugador de más registro.
Ante esta situación solo podemos imaginar un perjudicado o un cambio de sistema, con alguna innovación donde Benzema pueda ser media punta en un 4-3-1-2, al estilo de Isco en 2017, o un 4-4-2 con Mbappe y Benzema en punta. El Madrid, por su juego necesita equilibrio en el centro del campo y el potencial ofensivo de sus jugadores los más desarrollado posible, es evidente que un Benzema de mediapunta, un Vinicius en un 4-4-2 como delantero (ya se ha visto que pierde) o un sistema con tan solo dos medios perjudica a los jugadores y al equilibrio del sistema. Qué fácil sería todo si Mbappe fuera zurdo.
Patt Hobby
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