¿Olvidar el reír?
¿Dedicarse a llorar?
¿Será que no conocemos la alegría de dar?.
Podemos con tan poco
disipar el sufrir
y empezar, nuevamente
aprender a reír...
¡Ah!, si conociéramos
la alegría de dar...!
Ser amable es... la forma
más hermosa de amar.
Que reciban los otros siempre nuestra bondad.
Ser fuente generosa
para todos beber.
Reconocerse agua
y darse, sin pensar,
pues las almas son
plantas a las que hay
que regar.
Benditos, muy felices
los que logran decir:
"Hoy he dado";
¡merecen la dicha de vivir!.
¡Tanto se puede dar!
¡Tanto se puede hacer!.
A ese niño que pasa,
saludarlo con bondad.
A la mujer que sufre,
trátala de animar.
Al hombre que trabaja,
se le puede agradecer.
Y podemos bendecir
y siempre felicitar.
Y debemos demostrar
que sabemos apreciar;
olvidemos el sufrir
y dejemos de llorar.
Consigamos cada día
¡la alegría de saber dar!.
Anónimo
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