Debutó el joven jugador del Real Madrid con la Canarinha. Otro sueño cumplido para el joven carioca, uno más en su meteórica y prematura carrera. Fue un estreno discreto, con derrota y sin apenas protagonismo, algo así como ver una película de TV un domingo por la tarde, pero sin duda un día inolvidable para él.
Su aparición el pasado curso en el equipo blanco fue de lo poco destacable en una pésima temporada y abrió un gran debate entre todos los madridistas: ¿será un crack como Ronaldinho ó Neymar, o un bluff como Robinho?
La respuesta a esa pregunta sólo nos la dará el tiempo, pero desde luego declaraciones como las de su compañero Casemiro tras el partido de ayer instándole a que 'empiece a pensar en el Balón de Oro' no le van a ayudar.
La realidad de Vinicius es que tan sólo tiene 19 años, que ha destacado en un Real Madrid con muchas carencias y que, a su vez, a él se le han detectado varios aspectos a mejorar como son el fondo físico y la puntería de cara a puerta.
Tiene velocidad y apunta maneras, cierto es, pero no olvidemos que Brasil es una fábrica de estrellas y de 'promesas estrelladas' por igual. Sólo hay que tirar de hemeroteca para ver la gran cantidad de jugadores que pasaron de cracks al más completo anonimato en apenas una temporada.
Dicho esto, lo que mejor le vendría a Vinicius es entrenarse fuerte, seguir con ambición pero también con los pies en el suelo y convertirse en un verdadero killer para ganarse la titularidad de su club.
Son esos detalles los que le llevarán a esas galas FIFA con las que Casemiro tanto fantasea.
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