Desafiando los prejuicios y la habitual discriminación social, hoy comenzó en Buenos Aires la primera Copa América de Talla Baja. Compiten, si es que importa hablar de competencia, 7 selecciones sudamericanas más la participación de Marruecos y una selección mixta de EEUU-Canadá, como invitados especiales. Organizado por la Asociación Civil Argentina Talla Baja, el torneo comenzó ayer y culminará el próximo 28 de octubre
El sorteo determinó que el grupo A lo integren Argentina, Colombia y Chile. El grupo B tiene a Brasil, Marruecos y el combinado Canadá–EEUU, mientras que el C tiene como protagonistas a Paraguay, Bolivia y Perú. Los primeros de cada grupo se clasificarán a las semifinales y, además, el mejor segundo de todos, que se determinará por puntos, goles a favor y fair play. Podés ver todos los partidos a través de la página oficial de la Copa en facebook: @copaamericatallabaja.
Los partidos se juegan en canchas de futsal, de 7 jugadores cada equipo. La diferencia principal está en los arcos, que miden 1.70 mts de alto por 2 mts de ancho.En esa ocasión todos los partidos de la primera fase y semifinales se juegan en los micro estadios de Rácing club y de Ferrocarril Oeste. En tanto, la final y el partido por el tercer puesto serán en el predio que la AFA tiene en Ezeiza.
Todos son Campeones
Facundo Rojas, capitán de la selección argentina y uno de los impulsores del Certamen reconoció durante el sorteo del mismo que "estamos para luchar por la inclusión, estar acá es un sueño cumplido, todos hermanados en un proyecto demasiado grande”. El objetivo es demostrar a través del fútbol, las cualidades de estas personas, comúnmente llamadas enanas, buscando la inclusión como parte de un programa que intenta cambiar la mirada de la burla, para compartir juntos y en alegría. Por eso "somos todos campeones", dijo Facundo Rojas, quien confirmó además que la Copa América se jugará cada dos años en diferentes países, y que están preparando el primer mundial de fútbol de Talla Baja para jugarlo en Argentina
En el mundo, nacen 1 cada 25 mil personas con acondroplasia o displasias óseas, sin importar raza, sexo ni condición social, simplemente por una mutación natural de los genes humanos. A partir de cada uno de ellos, la posibilidad de heredar la condición se replica en sus hijos.
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