Durante la previa del partido de vuelta, de una final histórica para el mundo de la Copa Conmebol Libertadores, a disputarse entre River Plate y Boca Juniors, en "El Monumental", la violencia dejó todo en suspenso.
Por primera vez, en 60 años de Copa Libertadores, dos equipos argentinos se disputan la final. Y por primera véz le tocó a boca y River ser los protagonistas de semejante hecho histórico.
Pero los ojos del mundo no contaban con la sorpresa de un nuevo capítulo de vergüenza e indecencia protagonizado, esta vez, por la hinchada del equipo local quien recibió al micro visitante con una lluvia de piedras, palos y botellazos.
Las agresiones terminaron rompiendo los vidrios del vehículo y dejaron lesiones en dos jugadores, Pablo Pérez y Almendra, quienes tuvieron que ser atendidos clinicamente para poder decidir si se continuaba o no con el espectáculo.
Debido a este incidente, el Cuerpo Técnico Xeneize decidió no disputar el encuentro. Por lo que el inicio del partido pautado a las 17:00 Hs. fue prolongado hasta las 18:00 Hs. sembrando espectativas en todos los espectadores. Mientras que en los vestuarios, los cuerpos técnicos y dirigentes de ambos clubes pautaron, bajo firma, no jugar el partido debido a la condición psicológica de los jugadores agredidos.
A pesar de ello, CONMEBOL rectificó el horario de inicio para el partido, esta vez a las 19:15 Hs. lo que provocó incertidumbre en la hinchada presente que llenaba el estadio riverplatense.
Mientras tanto fuera de los muros millonarios, la gente intentaba colarse en el estadio provocando incidentes violentos y choques con la policía, que no estuvo a la altura de las circunstancias en ningun momento y solo se limitó a lanzar gas lacrimógeno sin poder parar la turba.
Finalmente, cumplido el tiempo otorgado por CONMEBOL, la organización decidió que no dadas la condiciones para realizar el tan aclamado encuentro, el mismo se suspendería hasta el domingo 25 de noviembre del año en curso agregando otra página negra en nuestra historia deportiva.
El futbol es un espectáculo, un deporte sin igual, y Argentina es uno de los países más altivos al hablar de su pasión futbolística, pero la insensatez y la falta de compostura de aquellos a los que llamamos "los mismos de siempre", nos deja una vez mas con las manos vacías y la consciencia llena de rabia, trayendo a nuestras mentes aquellos neandertales, que por falta de razonamiento utilizaban gritos y golpes. ¿Será esta una final para disputarse en Argentina? ¿Estaremos realmente listos para erradicar la violencia de nosotros mismos. Hoy decimos que no y quizá mañana será otra página nueva para escribir.
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