Esta temporada no es secreto para nadie que el conjunto que tiene su localía en Anfield está teniendo un rendimiento espectacular. Líderes en la Premier League y favoritos en la actualidad ante el Bayern por UEFA Champions League, todo esto sin decir que no sólo es un equipo que tiene buenos resultados, sino que también da muestras de un juego impresionante en el campo.

Pero no todo era de color de rosa para Liverpool, en un período de 6 años han conseguido dar un giro de 180°. El conjunto en aquella época dirigido por Bredan Rodgers contaba con una plantilla muy pobre, que salvo uno que otro jugador daba la cara por la grandeza de este club (Suarez, Henderson, Agger, Coutinho y Sterling). El club al vender a Raheem Sterling y Luis Suarez lorgó invertir de forma magnífica para reforzarse en puestos claves.

El equipo en estos momentos dirigidos por Jurgen Klopp no ha ganado nunca la liga de Inglaterra bajo el formato de Premier League y en esta temporada parece que se han planteado cómo objetivo principal lograr romper este récord negativo. Para ello (con el dinero ingresado por llegar a la final de UCL la temporada pasada) se han reforzado de muy buena manera, jugadores cómo: Keita, Fabinho, Shaqiri y Alisson han llegado y sin duda dan un salto de calidad al equipo.

En octubre de 2015 el equipo hizo una de sus mejores contrataciones de la historia al incluir en sus filas al DT Jurgen Klopp, que había tenido un gran paso por Borussia Dortmund, ganando la Bundesliga y llegando a la final de UCL. El planteamiento y juego de Klopp cayó de manera perfecta, “ROCK AND ROLL” tal y cómo dice él, para un conjunto en una ciudad que casualmente es una cuna del genero musical.

Virgil Van Dijk y Mohamed Salah llegaron la temporada pasada para dar una solidez al equipo en defensa y en ataque. Salah llegó a formar una increíble química con sus compañeros en la delantera Firmino y Mané; mientras que Van Dijk se consolidó cómo uno de los mejores centrales del mundo y de esta manera solucionó mucho de los problemas defensivos de Liverpool.

Liverpool es un ejemplo perfecto de cómo una buena gestión de los recursos y el saber confiar en un proyecto lleva a buenos momentos para el club, y por consiguiente a ganar títulos. Un gigante dormido del fútbol mundial ha regresado y esperemos que esta vez, se quede por mucho tiempo en este nivel