Real Madrid recibía a Sevilla en el Santiago Bernabéu y afrontaban el partido con mucha ilusión y expectativa, pues sólo se encontraban a 3 puntos de los andaluces en la tabla de posiciones y una victoria les pondría en igualdad de puntos a ambos equipos.
Solari decidió optar por un planteamiento más equilibrado al optar por poner a Sergio Reguilón antes que a Marcelo en el lateral izquierdo. Mientras que Pablo Machín seguía con el 11 de gala que tan buen resultado les trajo en el Sanchez Pizjuan la última vez que se enfrentaron.
Arrancaba el encuentro y el partido sería prácticamente un monólogo del Real Madrid, los andaluces no lograban hacerse con el balón y que tras presiones intensas e incesantes por parte de todos los jugadores del Madrid (algo muy destacable) siempre terminaban perdiendo el esférico tras segundos de posesión.
Las dos líneas de volantes y delanteros del Real Madrid se encontraban muy cercas una de otras y siempre en 3/4 de cancha, esto permitía al conjunto merengue recuperar alto el balón y ganar siempre los rebotes, además ahogaban la salida desde el fondo que el Sevilla intentaba ejercer. Cuando el equipo de Machín optaba por algún pelotazo, rápidamente Varane y Sergio Ramos llegaban a anticiparse y a ganar cualquier cruce aéreo.
El Madrid lograba generar ocasiones de gol esporadicamente, con algunos desmarques y recuperaciones altas las pocas veces que los andaluces cruzaban el centro del campo, Vinicius en un par de ocasiones lograba generar peligro de esta manera.
El primer tiempo se iría 0-0 en el marcador, de esta manera iniciábamos el segundo tiempo con el mismo guión, Real Madrid dominando y ejerciendo un inmenso asedio en el área del Sevilla. Todo seguiría igual, el Madrid cada vez parecía más cerca del gol; pero no lograban dar ese último paso tras las buenas jugadas gestadas. Vinicius desbordaba de muy buena manera, Modric lograba desatar el nudo defensivo con remates a distancia, regates y pases entre líneas y Ceballos con un remate fantástico que se estrellaría en el travesaño, todo esto generaba el Madrid, pero nada que llegaba el gol.
Casemiro se encargaría de romper el resultado y el empate con un increíble ZAPATAZO, un tiro de media distancia con algo de efecto que iba con una violencia impresionante, Vaclik lograba tocar el balón, pero la potencia que traía el balón le complicó muchísimo el poder atajar ese balón.
Con el Sevilla impotente, sin poder reaccionar y sacarle el balón al Real Madrid, Luca Modric recuperaría el balón en la salida tras un error en salida del contrario y en una definición fugaz lograba anotar el segundo del Madrid y el que sentenciaría definitivamente el marcador.
Victoria muy importante para el Real Madrid, que de esta manera logra igualar a Sevilla en el tercer puesto de la liga y persigue muy de cerca al Atlético de Madrid que aún debe jugar su partido, pero lo más importante de todo es que han dejado muestras de jugar muy bien al fútbol frente a su público.
Comentarios