Los más creativos a la hora de inventar ragates siempre fueron, y serán, los brasileños.
El primer registro, valga la redundancia, que tengo de un jugador que se destacó por una gambeta en especial es el brasileño Manuel Francisco Dos Santos, más conocido como Mané Garrincha. Un delantero que llevaba el 7 en la espalda y que deslumbraba con su habilidad.
A pesar de tener la pierna derecha 6 cm más corta que la izquierda, supo destacarse y salir campeón del mundo dos veces con la verdeamarella.
Como todo wing, desbordaba y asistía a sus compañeros con centros al área. Generalmente su paraba frente a su marcador sobre la raya del lateral, amagaba con el cuerpo hacia la izquierda y lograba eludir al defensor. Esa era la jugada más habitual en él.
Otra jugada muy famosa por él, que también supo hacer su compañero de selección Pelé, fue la bicicleta. Jugada que consiste amagar repetidamente, alternando con la pierna izquierda y la derecha, pasando por sobre la pelota mientras esta rueda en el césped. Lo que se intenta con esta jugada es que el adversario no sepa hacia dónde atacará.
Si bien los brasileños lo popularizaron, no suele quedar claro, pero el posible creador es un argentino. El delantero de Boca Pedro Calomino, considerado el primero ídolo xeneize.
Ronaldo y Robinho supieron utilizar esta jugada y hoy en día Cristiano Ronaldo y Neymar.
Otro dribbling que supo usar muy bien Pelé fue El Sombrero, que consiste en pasar la pelota por sobre el cuerpo del rival. También la usaron Maradona, Zidane, Ortega, Mágico González, etc…
La gambeta que más se usa y es motivo de reacciones agresivas del que la sufre es El Caño, o El Túnel. Las estrellas del fútbol son las que más lograron utilizarlo. Hoy claramente el especialista es Lionel Messi. Juan Román Riquelme también, de hecho, le dediqué un texto donde considero que hizo el más lindo del mundo.
El Freno genera esa reacción inmediata de la tribuna al ver que el defensor pasa de largo. “OOOLE”. El Burrito Ortega lo hacía muy seguido, luego de tener controlado el balón en velocidad.
Una de mis jugadas favoritas es La Ruleta Marsellesa, creada por un argentino, José Farías. Farías fue un delantero de Boca que brilló en los ’60 y ’70 en Francia. Este regate es un prácticamente un paso de baile, se trata de gambetear al rival con una doble pisada girando sobre su propio eje. Zinedine Zidane se destacó con esta jugada. Eduardo Coudet, hoy entrenador de Racing Campeón, también solía ejecutarla en medio del partido.
Y Coudet fue quien bautizó una gambeta de Andrés D’Alessandro. La Boba. “Siempre hacés la misma” le dijo al joven enganche que recién aparecía en la primera de River Plate. La Boba es una alternativa a una jugada llamada La Elástica. La diferencia es que D’Alessandro la pisaba con la zurda hacia atrás y la adelantaba con el lado interno del pie. Messi la usó en la final de Champions Leage de 2011 frente al Manchester United. La jugada terminó en el golazo de David Villa. Y como de costumbre, los brasileños Ronaldo, Ronaldinho, Neymar son los que más la efectivizaron en su carrera. ¿Su creador? El brasilero Sergio Echigo.
Si hablamos de habilidosos que saben hacer enojar rivales con sus gambetas con gustito a cargada, ese es Neymar Jr. El actual jugador de Paris Saint German, además de usar el sombrero y la rabona, suele recurrir al Arcoíris. Un sobrero hecho con el taco que genera el enojo del rival.
Una de las más nuevas es El Canguro. Regate popularizado por el mexicano Cuauhtémoc Blanco en el Mundial de Francia ’98, donde sostiene la pelota con ambas piernas y salta hacia adelante para pasar entre dos marcadores.
En el mundial de Estados Unidos 1994, Romario popularizó La Cola de Vaca, donde el jugador, que está de espaldas contra el defensa, gira el cuerpo a 180º y mantiene controlada, con fuerza y velocidad, la pelota en contacto con la punta del pie.
Por último, hay un regate que consiste en tener una sensibilidad especial con el balón: La Croqueta. La misma consiste en pasar la pelota de un pie a al otro con la parte interior. No se sabe su origen, pero el primero que la hizo conocida fue Pelé y el último jugador que brilló con esa gambeta fue el español Andrés Iniesta.
La gambeta es una de las armas de seducción más efectivas del fútbol. Es ese condimento especial que genera un romance entre el jugador que disfruta hacerla y que goza al escuchar a su hinchada cuando lo ovacionan. Los espectadores, cuando vemos un regate, somos felices porque sentimos que nos acaban de devolver el dinero que pagamos por la entrada.
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