La última década y media estuvo marcada por una clara obsesión por parte de toda persona que de alguna manera se encuentra ligada al Club Atlético Boca Juniors. Una sana costumbre que se transformó, con el pasar de los años, en una enfermiza búsqueda por lo que tanto se anhela: la Copa Libertadores de América.

Claro está que esta obsesión tiene un motivo, y es que durante la primera década del siglo XXI, la afición xeneize se acostumbró a ver a su equipo levantar trofeos internacionales una y otra vez, venciendo a equipos de todo el continente, e incluso también a su clásico rival, River Plate. Entre los años 2000 y 2007 se encuentran los mejores recuerdos, los más gloriosos de Boca Juniors, pero a partir de esa seguidilla el club no volvió a levantar nunca más la tan ansiada Copa Libertadores.

No sólo eso, sino que en el transcurso de estos más de 15 años, perdió 3 finales, incluyendo una frente a River Plate, con el condimento de que se jugó en el Santiago Bernabeu de Madrid. Los títulos locales obtenidos no alcanzan para ocultar el disgusto de la hinchada por la sequía de títulos internacionales, ni tampoco sirven para que los jugadores dejen huella en el corazón de los fanáticos.

Lo que es seguro, es que el club argentino seguirá buscando este título que tanto anhela para alcanzar las siete conquistas que posee el Club Atlético Independiente de Avellaneda, denominado el "Rey de Copas". Después de la derrota ante Fluminense en la final de la edición 2023, la tristeza y la desilusión de pueblo boquense no hará más que aumentar esa obsesión que los empuja a seguir alentando hasta que por fin llegue la tan ansiada séptima.