Roma 0 - 2 ante el Real Madrid (Bale y Lucas Vázquez) en el Olímpico de Roma. Los hombres de Solari certifican el liderato en el Grupo G.

Santiago Solari sorprendió a todos esta noche, dejando a Isco en la grada, una circunstancia que traerá cola pues se deja notar un enfrentamiento interno entre el entrenador y una de las vacas sagradas del vestuario merengue. Se informó que Isco estaba completamente en forma, y ​​Solari lo dejó afuera por razones técnicas.

También sorpresa Marcos Llorente en el once titular como el ancla del equipo cogiendo el sitio que ocupó en Eibar Ceballos que demuestra que no es el mas apropiado para cubrir la baja de Casemiro. Con Llorente en el once se demostró claramente que en Eibar careció de un ancla tradicional que dé una sensación más natural al equipo de estar protegido a las acometidas rivales.

Hasta ahora, jugó solo 10 minutos esta temporada, y por lo demostrado esta noche fue un buen testimonio de lo que el equipo necesitaba desesperadamente en la ausencia de Casemiro. Algunas de las recuperaciones de Llorente no aparecerán en esa hoja de estadísticas ni en los resúmenes televisivos; pero ya en el minuto seis desbarató con un robo de balón in extremis a un jugador de Roma que iniciaba un contraataque peligroso, rechazó un disparo peligroso en el minuto once y estuvo en buenas posiciones a lo largo del partido en la zona defensiva, algo que Ceballos no pudo conseguir en Eibar en la debacle del Sábado pasado. No es culpa de Ceballos, es culpa del que le encomienda esa misión.

Llorente incluso tuvo momentos en los que actuó como portador de la pelota en la transición. Algunos de sus pases podían ser mejores, seguro, pero no se amilanó en la ayuda a crear juego. A pesar de verse cómodo saliendo de espacios reducidos y jugando pases cortos, su distribución vertical aún necesita mejorar y tal vez lo consiga jugando más minutos y teniendo confianza del técnico. Una vez más, sin embargo, tuvo una presencia importante esta noche.

El entrenador de la Roma, Eusebio Di Francesco, como lo hizo las últimas dos veces que se enfrentó al Real Madrid, jugó una línea de presión muy alta. Esto causó muchos problemas a su equipo en el Bernabéu a principios de esta temporada, y parecía que sería un error desde el principio pues en el anterior partido el Madrid no sufrió para superar esa presión.

La puesta en escena del Real Madrid pareció positiva, el ataque parecía dinámico desde el principio, y la presión era buena, pero los problemas del fuera de juego reaparecieron. Varios errores en ataque con la línea del fuera de juego creó dudas y la Roma creció en el juego creando acercamientos con peligro.

En el cómputo los hombres de Di Francesco fueron el mejores en la primera mitad. Las oportunidades de ataque del Real Madrid se pueden resumir en un par de buenos disparos, ambos fuera de entre palos. El resto de ataques madridistas en la primera mitad eran contenidos por la defensa romana simplemente por acumulación. Mientras tanto los ataques romanos llegaban continuamente al área en transiciones rápidas, incluso una oportunidad inmejorable a puerta vacia para abrir el marcador a cargo de Under la mandó al limbo de manera incomprensible.

Esa jugada es un buen resumen de los problemas del Real Madrid esta temporada. Fue un regalo tras un descuido de Dani Carvajal y Ramos reaccionó tarde ante la llegada de Under. En esencia: mal pase y defensa descuidada.

Solari no realizó ningún cambio en el medio tiempo, pero un error cometido por la Roma en el minuto 47 posibilitó un gol de Gareth Bale, que cambió el rumbo del partido.

Las cosas se volvieron más fáciles para el Real Madrid desde ese punto. A partir de ahí los hombres de Solari tuvieron muchas oportunidades al contraataque. Uno de los cuales llevó al segundo gol del equipo a cargo de Lucas Vázquez.

Todo estaba visto para sentencia después del 0-2. El Real Madrid se hizo dueño del partido y pudo marcar en más ocasiones, se limitaba a la posesión en circulación y la Roma se vino abajo moralmente. Solo movimiento de balón encontraron huecos con balones largos pero sin finalización acertada.

Sin duda, los romanos no defendieron particularmente bien en ninguno de los partidos que enfrentaron el Real Madrid.

Esta ha sido una de las peores temporadas del Real Madrid desde principios de siglo, y tampoco se han visto particularmente bien en Europa. Sin embargo, nos dejó 12 goles marcados y dos goles recibidos después de cinco partidos y suficiente para haber acabado como lider de grupo a falta de una jornada.