El recién inaugurado estadio de Béisbol de Barranquilla, dio mucho de que hablar. Pero esta vez, por lo imponente que fue, porque demostró que se pueden hacer obras de gran tamaño sin retrasos ni corrupción. 

El estadio se nombró en honor a uno de los grandes de la pelota caliente Colombiana, Edgar Rentería, quien es uno de los máximos exponentes de este deporte. 

Desde mi infancia en uno de los municipios del caribe Colombiano, al lado de un estadio, veía como la mayoría de los niños desfilaban por tomar un bate y por ser seleccionados en cualquiera de los puestos de juego, su alegría inmensa y aún más el orgullo de sus padres. 

Veíamos como aumentaban esas ganas de jugar, que los llevaba a buscar tíulos contra otros municipios y departamentos del caribe, e incluso a jugar a las islas del caribe, en especial a Cuba, y al gran sueño que era la Florida estadounidense. Allá llegaron algunos, y esa también fue la historia del gran Rentería, quien tuvo la oportunidad de que se le erigiera semejante monumento en su honor, estando aún con vida. 

No vemos del todo el deporte en las zonas frías o en el centro de los países latinos, lo vemos en las zonas que hacen honor a la pelota "caliente". Ahí en esos pueblitos,aún hay niños con palos en vez de bates que ansían una sola oportunidad para demostrar todo su talento...