Pocos deportes se prestan para la escritura literaria como el béisbol. El "Pasatiempo Nacional de Estados Unidos y del Caribe " se hace presente en los trabajos de algunos de los más legendarios escritores. Se ha utilizado, como escenario para analizar, para contemplar la vida, muerte, ambición, discriminación, Dios, sexo, fama, éxito, fracaso, esperanza, locura, desesperación y cualquier comportamiento antropológico.

"¡Mata al Ampaya": La mejor obra de ficción que nos recuerda a todo el comportamiento alrededor del béisbol, no sólo alrededor de Estados Unidos.

Dick Cluster ha realizado un trabajo maestro en conservar y traducir esta colección de historias. Son de la República Dominicana, Cuba, Venezuela, Puerto Rico, México y Nicaragua. Los autores, incluyendo tres mujeres, son reconocidos fuera de este género, ¡Que maravilloso!. Todos excepto una historia fueron originalmente publicadas no antes del 1989. La excepción es "La Gloria de Mamporal" del 1935… una historia que es considerara atemporal en Venezuela y que en el 1997 fue adaptada a una película.

A lo largo de estas páginas se encuentran referencias que cualquier aficionado del béisbol en Estados Unidos reconocerá rápidamente. El fantasma de Casey Stengel hace una comparecencia. Se encuentran citas de Yogi Berra. Hay clientes que se sientan en una casa de apostar en Santo Domingo que apuestan por un partido entre los Bravos y Cardenales. Aparecen nombres como Willie Mays, Ted Williams, Greg Maddux, Mickey Mantle y Joe DiMaggio. Hay promesas que firman con los White Sox y los Astros. Se imaginan una escena de la Serie Mundial de 1996.

Aún así, hay diferencias notables en el enfoque y la sensibilidad en el aporte del trabajo de esos escritores.

Para comenzar, Cluster destaca que aunque la mayoría de la ficción de béisbol escrita en inglés proviene de novelas, los cuentos cortos son los preferidos en el idioma español.

Los desastres naturales y la inestabilidad política son temas recurrentes. "Un Jonrón de Mala Fama" captura la atención del lector desde la primera línea. "Debo la historia del jardinero central Reba Kigali a la intersección del genocidio y un grand slam".

La mayoría de estas historias también tienden a reflejar un toque de misticismo maravilloso que luego son astutamente retocadas desde la "parte gringa".

Ejemplo: El año en que los Yankees perdieron el banderín, Douglass Wallop evocó a un fanático de los afligidos Senadores de Washington, quien vendió su alma al diablo para transformarse en un jugador superestrella, que pudiese ayudar a su equipo a vencer a los poderosos Bombarderos del Bronx.

"Nadando Contracorriente", escrito por Eduardo del Llano, plantea un fenómeno similar, un hombre que visita a un médico porque su alma emigra hacia un bateador del equipo de los Industriales de La Habana cuando el juego está en riesgo e inevitablemente, conecta el jonrón ganador de un partido. La reacción del galeno -- o tal vez un psiquiatra -- provee un final deliciosamente inesperado.

En "El Estadio", escrito por Arturo Arango, un vendedor se convence el mismo de que puede influir en el resultado de los juegos por sus acciones y luego sigue esa convicción hasta su conclusión extrema. ¿Qué aficionado no puede relacionarse con la idea de observar pequeñas supersticiones con la creencia de que de alguna manera pudiese ayudar a su equipo favorito a ganar?

El béisbol es conocido por ser un deporte que no se rige por el reloj. "El Lanzador", escrito por Marcial Gala, examina las profundas implicaciones de lo que parece ser esa simple declaración. ¿Qué sucedería si el juego no pudiese terminar porque el lanzador simplemente se rehusara a tirar la bola?

En dos de las historias -- "El Extraño Juego de los Hombres de Azul", escrito por José Bobadilla, y "El Reloj Alcanza al Emperador de Citadel", escrito por Rafael Acevedo, el béisbol es visto desde la distancia como un concurso exótico y diferente por aquellos que lo observan por primera vez.

Cada historia es única. Cada una refleja la pasión por el béisbol y el reconocimiento de que este y sus lecciones son omnipresentes al reflejar, informar e imitar lo que sucede en la vida real.

Cluster inicia su colección con una abrupta historia del béisbol en Latinoamérica, lo equivalente a los ejercicios de calentamientos previos a un partido. Lo que sigue apropiadamente, son 18 historias, el número perfecto para llenar la parte alta y la parte baja de nueve innings. El resultado final desemboca en un enfático cuadrangular.