Cuando era jóven, siempre soñé con jugar volleyball, soy pequeña de estatura y yo misma me convencí que no podía jugar por este motivo, hoy en día me arrepiento tanto de no haberlo intentado siquiera y lo que más me pesa es que fuí yo misma la que me sabotee mi sueño.

Nunca dejen de soñar, de verdad que todo es posible y si lo quieres lo puedes, sólo inténtalo cada día y sé muy disciplinado y poco a poco te acercarás a tu meta.