El tenista español Rafael Nadal, número dos del mundo, queda relegado en función de las reglas internas del torneo y y será el tercer cabeza de serie en el Grand Slam británico, un evento muy peculiar y completamente diferente a todos los demás. Es cierto que desprende un aroma especial, pero también se rige por unas normas muy antiguas y excluyentes.

Los tenistas solo pueden entrenarse en el All England Tennis Club cuando van a jugar ese día. Para practicar, deben hacerlo en las pistas del Aorangi Park, la instalación anexa.

Wimblendon tiene un día descanso. Es lo que se conoce como «Middle Sunday», el domingo central, una jornada sin tenis salvo que se tenga que recuperar tiempo perdido por culpa de la lluvia (ahora el problema es menor porque la central y la pista 1 tienen techo retráctil y eso permite que algo se juegue). Solo en cuatro ocasiones se ha prescindido de ese día.

El torneo para evitar partidos interminables como el Isner-Mahut (11 horas y cinco minutos) de 2010. Ahora, en el quinto set, se jugará un tie break en el caso de que se llegue a empatar a 12 juegos. Cada Grand Slam tiene su propio método en ese sentido y Wimbledon estrena este año la norma.

Nada es más preciado en Wimbledon que el césped de la pista central. A ese majestuoso recinto se le llama la catedral por algo, y no se juega en todo el año. Le compete siempre estrenar la central al campeón masculino de la edición anterior, así que el próximo lunes 1 de julio saltará al pasto Novak Djokovic, quien todavía no conoce rival ya que el sorteo se realizará mañana. Una de las peculiaridades de la hierba de Wimbledon es que tiene un corte de ocho milímetros y cada día se cuida y se riega al término de la jornada.

Ser «member» del club es un privilegio. Esos socios acceden a las zonas privilegiadas y ni siquiera los jugadores pueden acceder a ellas salvo los que hayan ganado alguna vez el torneo, pues adquieren la condición de «member».

Puede que sea la tradición más reconocible de Wimbledon. Aquí todo el mundo tiene que jugar de blanco, e incluso en los entrenamientos se debe vestir de ese color. Se admite algún ribete o algún detalle de color, pero la organización es muy estricta a la hora de aprobar uniformes.