Comencemos con un poco de historia: 

Los "Clavados" surgen desde el siglo XVII, cuando algunos gimnastas alemanes y suecos comenzaron a practicar sus giros acrobáticos lanzándose al agua para evitar así lastimarse. Fue en 1904 cuando se consideraron por primera vez en las olimpiadas con la modalidad varonil en las olimpiadas de San Luis Misuri, EU., en 1912 se aceptó la femenil en los olímpicos de Estocolmo.

Desde 1928 quedaron establecida las pruebas de plancha de 10 metros y trampolín de 3 metros individual y en fue en las olimpiadas de Sidney en el 2000 cuando se añadió a esta prueba los saltos sincronizados por pareja. 

En la epoca de los 80' había practicamente dominio total de los estadounidenses, pero a partir de los 90' la hegemonía se partió con la llegada de los chinos quienes se han mantenido dominantes. Pero entre ellos hay mexicanos que se han logrado poner a la altura de ellos.

Pero la historia de los famosos clavadistas mexicanos inició en 1934, en "La Quebrada", un bello acantilado ubicado en el famoso Acapulco, Guerrero, México y que fue el resultado de dinamitar un cerro y que hoy en día es famoso en todo el mundo, pues hay un mirador con un restaurante donde los "clavadistas" desafían la altura y las rocas aventándose desde una pequeña plataforma de 35 metros de altura.

La historia registra a un pequeño de 13 años, llamado Enrique Apac Ríos quien lo hizo por primer vez desde 26.5 metros de altura. Otro récord guiness fue el de la clavadista más joven (12 años) en lanzarse desde 18 metros: Iris Selene Álvarez. Y así diariamente llegan clavadistas de todo el mundo a desafiar los 35 metros y que logran alcanzar hasta 100 km por hora en la caída. 

Mucha gente de todo el mundo es la que llega a admirar este espectáculo, que comienza con la escalada del clavadista llevando una antorcha encendida, hasta llegar a un pequeño santuario o capilla donde se encuentra una imagen de la Virgen de Guadalupe a quien los clavadistas piden les cuide, de ahí se van a la plataforma y esperan el momento adecuado para lanzarse, un gran llegada de agua para que la fosa tenga buena profundidad para evitar que se lastimen, pues en el fondo muchas rocas les esperan, estos clavados los realizan de forma individual o sincronizado, con clavados sencillos y sofisticados.

Cada año se celebra el Campeonato Mundial de Calvados de Altura Raúl García “el Chupetas”, en honor a un clavadista sobresaliente de la zona. Además de Acapulco, también se ha sumado otros estados como Chiapas y Veracruz a este tipo de competencias.

Los clavados como deporte:

Este deporte es muy vistoso, pues requiere alto grado de dificultad para su ejecución y son calificados por estrictos jueces que están al pendiente de cada movimiento, desde su posición inicial, impulso a la salida, elevación, dificultad y entrada al agua. La fosa debe tener por lo menos 5 metros de profundidad para seguridad de los deportistas.

Las calificaciones van desde 0 hasta 10, se eliminan las dos más altas y las dos más bajas, se suman y se multiplican por la dificultad del clavado, obteniendo así la puntuación final de ese salto, que se acumula a la cantidad de rondas obteniendo al final la suma que dará el primer lugar a la más alta.

Existen 6 modalidades: inverso, hacia atrás, adelante, adentro, con tirabuzón y desde equilibrio de manos que es este.


México comenzó a escribir historia en este deporte en los Juegos Olímpicos de Melbourne en 1956, donde Joaquin Capilla ganó medalla de oro en la plataforma de 10 metros y bronce en el trampolín, plata en plataforma en Helsinki y bronce en trampolin en Londres además de dominar con oro los juegos Panamericanos y Centroamericanos entre 1950 y 1955. 

Joaquín Capilla. Fuente

Él abrió esta brecha para que hoy en día siga la historia de grandes triunfos a mano de los clavadistas mexicanos, tanto hombres como mujeres son los que se han sumado a cosechar medallas en esta disciplina. Nombres como Juan Botella, Álvaro Gaxiola, Carlos Girón, Jesús Mena, Fernando Platas, Kevin Chávez, Yahel Castillo, Jonatham Paredes, German Sánchez. En 2008 en Beijing China, aparecieron las mujeres Paola Espinoza, Tatiana Ortiz, Alejandra Orozco y Laura Sánchez. 


Por estas fechas se encuentran compitiendo en los Juegos Centroamericanos y del Caribe Barranquilla 2018:

 En la rama femenil: Paola Espinosa y Dolores Hernández, en el trampolín de 1 y 3 metros individual; Viviana del Ángel Peniche y Gaby Agúndez, en la plataforma de 10 metros individual.

En la rama varonil: Rommel Pacheco y Jahir Ocampo en el trampolín de 1 y 3 metros individual así como sincronizados; Iván García y Andrés Villareal, en la plataforma de 10 metros individual y sincronizados.

Sin duda en estos juegos su disciplina y constancia ha sido ya avalado con sus triunfos.

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