Volar como un águila
Una de las ventajas que tenemos quienes no somos aficionados a un deporte en particular es que podemos abrir la mirada y extasiarnos con el abanico de posibilidades que ofrecen la diversidad de deportes que existen. Personalmente, todo esfuerzo que haga alguien por proponerse una meta y lograrla, me genera entusiasmo, porque eso me habla del papel que juega la perseverancia, la disciplina, y en enfoque que cada uno tiene. Eso me dice que se puede lograr lo que uno se proponga. Y Existen cantidades de ejemplos de personas que en un primer momento no calificaban para la disciplina que habían escogido y se empeñaron y al final resultaron vencedores. Quizá esto no sea generalizable y que luego de allí salgan estándares o haga que se modifiquen los que ya existen, sin embargo, la experiencia sirve de ejemplo para muchos y para otras áreas de la vida también, porque la cotidianidad está llena de desafíos y decir “yo no puedo” no es quizá la respuesta correcta. Hoy quiero referirme a Eddie "The Eagle", Michael Edwards, es su nombre completo, nació en Inglaterra, en el año 1963, con 1,73 de estatura, practica el Salto de esquí, pertenece a la selección Bandera de Reino Unido. Ser el peor de los peores, no es para nada alentador, pero lo cierto es que este personaje no tenía las características físicas adecuadas para aventurarse a lo que quería ser: saltar en esquí. Bajito, pasado de peso, con lentes que evidenciaban un gran problema de visión dado el grosor de sus cristales, pasó a ser el más ovacionado, en los Juegos Blancos de Calgary. Su afición le surgió luego de ver en la televisión una exhibición de saltos de esquí y a partir de allí se dedicó a entrenar por su cuenta, utilizando cualquier medio rudimentario y esquíes prestados, inclusive utilizando autobuses dañados, de los cuales se lanzaba, esto le ocasionó unas cuantas caídas aparatosas, pero también el record mundial de salto acrobático, por ser el primero en saltar por sobre seis autobuses. Nunca cejó porque su deseo era llegar al esquí olímpico donde fue el primer competidor inglés en representar a Gran Bretaña en 1988. ¿Cómo supe de esto? Pues me enteré gracias a una película que vi una de estas noches en la televisión por cable. Se trata de: Eddie The Eagle, protagonizada por el actor inglés Taron Egerton, la cual les recomiendo vean, porque al final no siempre se gana pero toda la experiencia de la competencia es el mejor regalo. Tu opinión es importante para mí
Volar como un águila
Una de las ventajas que tenemos quienes no somos aficionados a un deporte en particular es que podemos abrir la mirada y extasiarnos con el abanico de posibilidades que ofrecen la diversidad de deportes que existen. Personalmente, todo esfuerzo que haga alguien por proponerse una meta y lograrla, me genera entusiasmo, porque eso me habla del papel que juega la perseverancia, la disciplina, y en enfoque que cada uno tiene. Eso me dice que se puede lograr lo que uno se proponga. Y Existen cantidades de ejemplos de personas que en un primer momento no calificaban para la disciplina que habían escogido y se empeñaron y al final resultaron vencedores. Quizá esto no sea generalizable y que luego de allí salgan estándares o haga que se modifiquen los que ya existen, sin embargo, la experiencia sirve de ejemplo para muchos y para otras áreas de la vida también, porque la cotidianidad está llena de desafíos y decir “yo no puedo” no es quizá la respuesta correcta. Hoy quiero referirme a Eddie "The Eagle", Michael Edwards, es su nombre completo, nació en Inglaterra, en el año 1963, con 1,73 de estatura, practica el Salto de esquí, pertenece a la selección Bandera de Reino Unido. Ser el peor de los peores, no es para nada alentador, pero lo cierto es que este personaje no tenía las características físicas adecuadas para aventurarse a lo que quería ser: saltar en esquí. Bajito, pasado de peso, con lentes que evidenciaban un gran problema de visión dado el grosor de sus cristales, pasó a ser el más ovacionado, en los Juegos Blancos de Calgary. Su afición le surgió luego de ver en la televisión una exhibición de saltos de esquí y a partir de allí se dedicó a entrenar por su cuenta, utilizando cualquier medio rudimentario y esquíes prestados, inclusive utilizando autobuses dañados, de los cuales se lanzaba, esto le ocasionó unas cuantas caídas aparatosas, pero también el record mundial de salto acrobático, por ser el primero en saltar por sobre seis autobuses. Nunca cejó porque su deseo era llegar al esquí olímpico donde fue el primer competidor inglés en representar a Gran Bretaña en 1988. ¿Cómo supe de esto? Pues me enteré gracias a una película que vi una de estas noches en la televisión por cable. Se trata de: Eddie The Eagle, protagonizada por el actor inglés Taron Egerton, la cual les recomiendo vean, porque al final no siempre se gana pero toda la experiencia de la competencia es el mejor regalo. Tu opinión es importante para mí
Volar como un águila
Una de las ventajas que tenemos quienes no somos aficionados a un deporte en particular es que podemos abrir la mirada y extasiarnos con el abanico de posibilidades que ofrecen la diversidad de deportes que existen. Personalmente, todo esfuerzo que haga alguien por proponerse una meta y lograrla, me genera entusiasmo, porque eso me habla del papel que juega la perseverancia, la disciplina, y en enfoque que cada uno tiene. Eso me dice que se puede lograr lo que uno se proponga. Y Existen cantidades de ejemplos de personas que en un primer momento no calificaban para la disciplina que habían escogido y se empeñaron y al final resultaron vencedores. Quizá esto no sea generalizable y que luego de allí salgan estándares o haga que se modifiquen los que ya existen, sin embargo, la experiencia sirve de ejemplo para muchos y para otras áreas de la vida también, porque la cotidianidad está llena de desafíos y decir “yo no puedo” no es quizá la respuesta correcta. Hoy quiero referirme a Eddie "The Eagle", Michael Edwards, es su nombre completo, nació en Inglaterra, en el año 1963, con 1,73 de estatura, practica el Salto de esquí, pertenece a la selección Bandera de Reino Unido. Ser el peor de los peores, no es para nada alentador, pero lo cierto es que este personaje no tenía las características físicas adecuadas para aventurarse a lo que quería ser: saltar en esquí. Bajito, pasado de peso, con lentes que evidenciaban un gran problema de visión dado el grosor de sus cristales, pasó a ser el más ovacionado, en los Juegos Blancos de Calgary. Su afición le surgió luego de ver en la televisión una exhibición de saltos de esquí y a partir de allí se dedicó a entrenar por su cuenta, utilizando cualquier medio rudimentario y esquíes prestados, inclusive utilizando autobuses dañados, de los cuales se lanzaba, esto le ocasionó unas cuantas caídas aparatosas, pero también el record mundial de salto acrobático, por ser el primero en saltar por sobre seis autobuses. Nunca cejó porque su deseo era llegar al esquí olímpico donde fue el primer competidor inglés en representar a Gran Bretaña en 1988. ¿Cómo supe de esto? Pues me enteré gracias a una película que vi una de estas noches en la televisión por cable. Se trata de: Eddie The Eagle, protagonizada por el actor inglés Taron Egerton, la cual les recomiendo vean, porque al final no siempre se gana pero toda la experiencia de la competencia es el mejor regalo. Tu opinión es importante para mí
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