No hay mayor recompensa para el senderista que llegar al destino programado contando con un día despejado. El disfrutar el paisaje que puede apreciarse por encima de la calima solo puede conseguirse cuando la altura supera esta mezcla de polvo, smog y cualquier contaminante que perturbe el real color que dibuja un cielo despejado.
La tenue linea que junta al cielo con el mar, las diferentes tonalidades de colores que definen y caracterizan a la naturaleza engalanan una montaña que solo demanda cuidado a sus bienes, vegetación y fauna que conviven alineados en paz. Si ud la visita y quiere tener un gesto de humanidad con este concierto de colores y sonidos, simplemente no dañe, no ensucie y no contamine. Toda la naturaleza se lo agradecerá.
Son muchísimos los espectaculares paisajes que definen y conforman nuestro Cerro Avila, pocos los que realmente aprecian y cuidan sus senderos. Si bien a mayor distancia menor es la erosión y daño causado por el hombre, siempre se consiguen rastros y restos de personas inescrupulosas que acampan y dejan su basura en el lugar donde pernoctaron. De animarse a este tipo de actividad, considere siempre en llevarse la basura que genere sus practicas.
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