Desde que el multimillonario ruso Roman Abramovich compró al Chelsea FC en 2003, el club inglés comenzó su ascenso futbolístico que lo llevó a convertirse en un grande de la Premier League y de toda Europa. Gracias a los ‘petrodólares’, el Chelsea logró incorporar algunos de los mejores jugadores del mundo y gracias a los cuales han obtenido los trofeos que hoy presumen en su palmarés y ese status de club referente.

Luego de alcanzar la meta histórica de ganar la Premier League bajo el mando de José Mourinho (dos veces consecutivas, por cierto), el Chelsea sumo a su lista de objetivos formar una de las cantera más poderosas del mundo, sin olvidar su filosofía de fichajes millonarios.

Desde entonces el equipo ‘blue’ se avocó a la incorporación de jóvenes talentos de todo el mundo que están llamados a ser las estrellas del futuro. Su estrategia durante la última década ha consistido en captar a estas jóvenes promesas, cederlos a clubes con los cuales poseen convenios para que se fogueen y que luego vuelvan y formen parte de la primera plantilla. Al menos esa era la teoría.

La verdad es que algo en ese plan del Chelsea ha fallado catastróficamente, ya que durante los últimos años el club inglés se ha caracterizado por desperdiciar y dejar escapar a los que hoy son algunos de los mejores jugadores de la Premier League. Veremos algunos de estos ejemplos y trataremos de entender el porqué del desastroso manejo de la cantera del Chelsea.


Romelu Lukaku.

Todos venimos escuchando de Romelu Lukaku desde que era un adolescente y rompía todos los récords de precocidad en el Anderlecht. Desde ese momento se le avizoraba como el próximo mejor delantero del mundo y absolutamente todos los grandes clubes de Europa deseaban poder contratarlo. Finalmente fue el Chelsea quien abonó 20 millones de euros para concretar el fichaje de la joven joya belga.

Lukaku debutó en esa temporada 2011-2012 donde apenas tuvo protagonismo debido a su corta edad. Así que el Chelsea le buscó una cesión en un club de la Premier League para que pudiera adaptarse al fútbol inglés y luego volver para ser el delantero que tanto necesitaba el equipo. En esa temporada 2012-2013 Lukaku fue cedido al modesto West Bromwich Albion donde tuvo una temporada simplemente fantástica. En 35 partidos logró marcar la impresionante cantidad de 17 goles, transformándose en uno de los máximos goleadores de la Premier League esa temporada. Lo de Lukaku ese año fue brutal, porque tenía que cargar él sólo con el peso ofensivo del equipo, pero no le importaba. Romelu sólo sabía hacer goles.

Era claro que, tras su exitosa cesión, Lukaku volvería al Chelsea. Y así fue, el belga parecía ser el delantero titular para José Mourinho en su nueva etapa al frente de los ‘blues’. Sin embargo, Lukaku falló el quinto y decisivo penal en la tanda de penales de la Supercopa de Europa, regalándole el título al Bayern Münich de Pep Guardiola. Uno podía notar el evidente enfado de Mourinho con el belga, por lo que decidió afrontar la temporada como Fernando Torres, Demba Ba y Samuel Eto’o como delanteros con tal de no ver de nuevo a Lukaku en el Chelsea esa temporada. Fue así como se completó su cesión al Everton en la temporada 2013-2014, donde nuevamente tuvo números goleadores espectaculares, pero quedaba claro que mientras José Mourinho estuviera en el banquillo del Chelsea, Lukaku no volvería a Stamford Bridge. Así que el Chelsea negoció su traspaso al Everton por 35 millones de euros.

De nuevo, el Chelsea había obtenido ganancias significativas de la venta de Lukaku, pero perdieron a un delantero de más de 15 goles por años. En el Everton el belga se hinchó a goles durante las siguientes tres temporadas y se consagró como uno de los delanteros más letales y efectivos de toda la Premier League; mientras el Chelsea gastaba millonadas tratando de conseguir a un ‘9’ consistente y de garantías.

Finalmente Lukaku fue traspasado al Manchester United a cambio de 85 millones de euros como pedido expreso de…José Mourinho. Ironías de la vida. El Chelsea pudo haberse ahorrado 55 millones de euros en Diego Costa y 80 millones de euros en Morata de no haber regalado a Romelu Lukaku, quien pudo ser el delantero del Chelsea de presente y futuro.

Kevin De Bruyne.

Hablar de Kevin De Bruyne, es hablar del jugador más importante del Manchester City. Pero si nos remontamos al año 2012 nos encontramos con que el Chelsea fue el primer club grande que le dio una oportunidad al jovencísimo De Bruyne. Luego de ser uno de los responsables que el Genk consiguiera el título de liga en Bélgica, el 31 de enero de 2012 el Chelsea pagó 8 millones de euros para incorporar a De Bruyne al final de la temporada. El belga pasó por su respectivo proceso de cesión para que pudiera tener actividad de manera continua y no frenar su progresión. De esta forma fue cedido al Werder Bremen en la temporada 2012-2013, donde logró una actuación más que resaltante al marcar más de 10 goles y repartir 9 asistencias en un club de media tabla en Alemania.

Al finalizar su cesión volvió al Chelsea para la temporada 2013-2014, donde disputó sus únicos 9 partidos oficiales con el club. Sin embargo, se encontró con que a pesar de haber tenido un buen desempeño con el Werder Bremen, no contaba con un lugar en el primer equipo debido a los recientes fichajes de Andre Schürrle (22 millones de euros) y Willian (35 millones millones de euros). Se fue cedido al Wolfsburg quien luego lo compró esa misma temporada por 21 millones de euros. A primera vista el Chelsea había obtenido una importante ganancia económica gracias a un jugador con el cual no contaban.

"¿Que querían que hiciera? Tuve la sensación de que no iba a jugar nunca". - Kevin de Bruyne

Pero resulta que en la 2014-2015, su primera temporada después de haber dejado al Chelsea, Kevin de Bruyne explotó todo su potencial. De su manó condujo al Wolfsburg en una magnifica temporada donde lograron pelear por el título y obtuvieron la clasificación a la UEFA Champions League. De Bruyne tuvo una temporada simplemente demoledora en Alemania, donde fue nombrado mejor jugador de la Bundesliga, además de ser el máximo asistidos de esa zafra.

Como resultado todos los grandes clubes de Europa se peleaban el fichaje del joven belga, hasta que finalmente fue el Manchester City quien puso la astronómica cifra de 74 millones de euros para llevarse a la sensación del momento. El resto es historia. De Bruyne se ha consagrado como uno de los mejores jugadores del mundo, demostrando que vale cada uno de los millones que pagaron por él y haciendo que el Chelsea se lamente cada día por haber dejado ir a un jugador tan brillante como él.


Continuará...