En primera instancia parecerá contradictorio, pues no cabe duda de que el Fútbol profesional es uno de los deportes que mueve más dinero en el mundo, sin embargo cuando pensamos en por qué el fútbol es el deporte de las masas no podemos obviar el hecho de que es el deporte que exige menos implementos y dinero para jugarlo.

Desde los barrios de Caracas, pasando por las favelas de Rio de Janeiro o Sao Paulo hasta las estepas africanas cualquier niño de escasos recursos puede jugar al fútbol, empezar a desarrollar sus destrezas y habilidades (velocidad, regate, puntería) y soñar por un momento ser como sus ídolos y recibir la ovación de las gradas al anotar un gol.

Por algo el fútbol es uno de los deportes con más estrellas surgidas de los estratos más bajos de la sociedad. Basta ver cuantos de los grandes futbolistas Africanos han confesado que empezaron sus andanzas jugando con cocos en las polvorientas calles de sus pueblos o aldeas, sin zapatos y apenas con unos calzones, y hoy son protagonistas indiscutibles del fútbol mundial.

Y es que hacer un balón improvisado no es una tarea imposible para la creatividad de un niño ávido de diversión. Recuerdo que en mi infancia hacíamos pequeñas pelotas en la escuela con los cartones de jugo, las servilletas usadas o incluso el papel de aluminio con el que nuestras madres envolvían la “arepa” del desayuno.

Dos piedras servían para delimitar las porterías y lo demás era diversión hasta que el timbre indicaba el final del recreo.

Lejos de esta realidad están otros deportes donde el costo de los implementos fundamentales para su ejercicio resulta prohibitivo. Tenis, Esgrima, ciclismo… Incluso el béisbol tan popular en nuestras latitudes requiere pelotas, bates y guantes que a veces están fuera del alcance de las clases más humildes.

En conclusión, el fútbol seguirá siendo el deporte de las masas porque, en mi humilde opinión, está al alcance de todos y no requiere invertir dinero para dar tus primeros puntapiés.

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