¿Y ahora de qué nos disfrazamos?

Que difícil es analizar lo ocurrido en torno a la final de la Copa Libertadores de América, sin caer en el lugar común. No creo poder alcanzar esa meta, porque me siento imbuido de todo lo que gira alrededor de la argentinidad, sobre todo lo ligado al fútbol. Me siento identificado con lo que, hace algunos días, escribió en Scorum la colega Natamika y que muchos de nosotros elogiamos. Si no la leíste, aquí esta el link para hacerlo. No te lo pierdas, es brillante

https://scorum.es/es-es/football/@natamika/el-partido-de-la-historia-la-final-de-todos-los-tiempos

Permítanme sólo bosquejar algunas ideas un tanto desordenadas. Pero antes, por favor, lean también el siguiente análisis del académico argentino Pablo Alabarces, uno de los que más saben sobre la relación fútbol y violencia en mi país. También imperdible

https://revistaanfibia.com/ensayo/la-violencia-es-un-mandato-2/

La Conmebol no se hace responsable de lo ocurrido. Eso me dejó como sensación las declaraciones de su presidente, Alejandro Domínguez, al anunciar la postergación del partido hasta una fecha incierta, y que sería definida el martes próximo en Asunción. Me pregunto porqué no lo decidieron el mismo sábado sin esperar tantas horas, y no el domingo en un segundo intento frustrado. Ahora hará todo lo posible para que el partido se juegue y sea en el mismísimo Monumental, más allá de las sanciones que le quepan al local.

Los presidentes de River y de Boca aparentemente se comprometieron a suspender el partido pero a jugarlo cuando las condiciones de igualdad estén garantizadas. Pero es pacto de caballeros que todos los medios destacaron, al parecer duró menos de 24 horas, ya que Angelici confirmó que el Xeneise además de pedir no jugar el partido, irá por los puntos en "los escritorios" de la Conmebol, al equipar estos hechos con los tristemente celebres del año 2015 en la Bombonera, en la noche del recordado "gas pimienta". D´Onofrio sostuvo que con esta actitud, el presidente de Boca, no cumplió su palabra y pidió que al igual que su rival, ellos tengan la "igualdad de condiciones" de jugar en su estadio y con su público.

La principal diferencia entre aquella noche con esta final, es que en 2015 el partido se estaba jugando y el gas pimienta fue arrojado por un hincha dentro de la manga que llevaba a los jugadores de River al campo de juego para iniciar el 2º tiempo. Aquí los incidentes fueron en la calle, las piedras fueron arrojados por los barras de River pero los gases lagrimógenos por la "inteligente" policía porteña.

Las teorías conspirativas son varias. Por estas horas hay dos que tienen puntos en común. La que hace referencia al operativo del pasado viernes en el que secuestraron abundante dinero y entradas, entre otros elementos, al líder de la barrabrava de River, quien en represalia, juró vengarse de tal situación. La más reciente habla de una fuerte interna policial, entre efectivos de la Federal con los de la Metropolitana, que es lo mismo que decir, que la interna es entre el gobierno nacional y el de Buenos Aires, aunque sean del mismo partido político. El jefe de gobierno de la ciudad, Rodriguez Larreta salió a hacerse responsable de los errores, como para salvar a su jefe político, el presidente Macri, del costo político que este escándalo podría generarle. Una y otra teoría conspirativa no deja de ligar a barrabravas con policías y dirigentes políticos y deportivos en el negocio de las entradas, el estacionamiento y la venta de objetos varios en estos clubes pero también en el resto de las instituciones argentinas.

De todas formas, no se entiende porqué el transporte que llevaba al plantel de Boca pasara justo por ese lugar lleno de hinchas de River. ¿Justo ahí estaban "los vengativos" ultras millonarios? Difícil de creer. ¿Todo esto fue armado por el Tano Angelici, que además de presidente de Boca es un operador político Macri en los Tribunales del Poder Judicial de Argentina, con el fin de "vengar" lo del 2015? Mucho más difícil de creer que lo anterior. Pero lo dicen algunos y otros lo escriben en redes sociales. Ahora lo que suena más verosímil es que la policía dejó una zona liberada para que los "inadaptados de siempre" hicieran lo que quisieran, a sabiendas de que lo que podría suceder, ocurrió de verdad.

Habrá sanciones o quedará todo en la nada. En el medio, pueden encontrar una solución salomónica. Es lo más probable, El partido no se podía jugar asi, pero no sería una solución que Boca gane los puntos sin jugar, cuando los incidentes fueron en la calle. Ah recuerden además que el ganador deberá jugar el mundial de clubes en menos de un mes.

Todavía las ideas están confusas. No se adonde arribará todo este papelón. Argentina perdió la chance de demostrar que puede organizar un evento así. Aunque las hinchadas visitantes sigan ausentes de sus campos de juegos. Pero sobre todo de que el vínculo entre dirigentes y barrabravas era cosa del pasado. Mientras eso siga igual, no cambiará nada. La Conmebol perdió su chance de demostrar que las irregularidades que se presentaron a lo largo de toda la Copa quedaron como una simple desprolijidad y no como una constante de su accionar. Además, le pregunto, Uds. confiarían en la Conmebol para organizar un evento internacional como la Copa del Mundo 2030? La FIFA creería que tampoco.

No hay consuelo para el "futbolero" que quería ver un espectáculo. Como argentino, no puedo explicar lo inexplicable, como argentino, no puedo defender lo indefendible. Es más creo que no hay inocentes en esta historia. Todos somos culpables de alguna forma.