River Plate venció a Paranaense en la segunda final de la Recopa por 3 a 0 y se consagró nuevamente campeón de esta Copa que enfrenta a los ganadores de la Libertadores y la Sudamericana del 2018
Después de dar vuelta el resultado adverso de Brasil, River Plate dirigido por Marcelo Gallardo, suma otra Copa internacional para su palmarés. Anoche en su estadio, el inexpugnable Monumental de Nuñez, venció 3 a 0 a Paranaense y alcanzó la Recopa Sudamericana 2019
El campeón, hay que reconocer, no jugó un gran partido. Si fue un justo ganador y mereció no sufrir tanto, pero precisamente, por no ser contundente cuando tuvo la oportunidad de serlo -sobre todo en el primer tiempo- tuvo que esperar hasta el tiempo de descuento para doblegar a los brasileros, previamente haber sufrido hasta el extremo.
La primera etapa River tuvo, entre otras, al menos tres claras oportunidades de gol que no supo ni pudo aprovechar. Un tiro de Fernández en el palo, una atajada espectacular del arquero Santos Neto ante un remate de Pratto y otra tapada más sencilla ante el cabezazo del mismo delantero. Sin embargo, el local se diluyó entre sus nervios, por lo que la más clara de ese periodo fue para el visitante que tuvo en los pies de Lucho González el gol, quien a escasos centímetros (literalmente hablando) del arco millonario, se topó con la estirada milagrosa de Armani que mando la pelota al corner.
La segunda mitad fue aburrida. River atacaba sin ideas, a la vez que quedaba endeble en la faz defensiva. Esto hacía que Paranaense se animara cada tanto a ensayar algún ataque, aunque tuvo que quedar en desventaja para llevar peligro nuevamente al arco defendido por Armani. El primer gol de River llegó, recién a los 64 minutos, después de una jugada "sucia" en la que el árbitro cobró penal, VAR mediante, tras una mano de Lucho González. Nacho Fernández ejecutó la pena máxima pero no pudo convertir, ya que Santos Neto alcanzó a tocar el balón que se desvió al poste y rebotó hacia adentro del área, por lo que el propio Fernández empujó la pelota al gol y empatar la serie. Merecido, pero golpe de suerte para el campeón.
River continuó atacando sin claridad, mientras el equipo brasilero salió a buscar el gol que necesitaba para ganar la copa. Lo tuvo en los pies de Lodi que probó desde afuera del área. Era gol, pero Armani otra vez fue héroe. La visita iba a tener otra oportunidad, en el minuto 89, en la puerta del área chica, pero increíblemente no supo resolver, para el alivio de las 50 mil almas que estaban en el estadio y los millones que lo veían por televisión o escuchaban por radio.
Y va el tercero, y va el tercero
De la Cruz había ingresado por Palacio desde el inicio del segundo tiempo, pero no aportó mucha claridad. Quien si lo hizo fue Suárez, quien entró por Santos Borré en la delantera. Primero le sirvió un pase gol a Nacho quien definió defectuosamente ante el arquero, y luego se la sirvió con gran calidad a Lucas Pratto, quien tras bajarla dentro del área, pudo doblegar esta vez a Santos Neto y decretó, en tiempo de descuento, el 2 a 1 que le daba el título. Delirio Monumental. La frutilla del postre para River y Suárez vino con un saque desde el área de Armani, que un defensor no pudo despejar bien, la dejo fácil para el delantero, que eludió al arquero y convirtió el tercero y definitivo gol para que River volviera a gritar campeón.
River ganó de esta manera su tercera Recopa. En 2015 le había ganado a San Lorenzo y en 2016 repitió al vencer a Independiente Santa Fe, de Colombia. Es el 10º título de la era Gallardo, que comenzó allá por el 2014, y que corona una temporada espléndida para el Millonario, quien habia ganado el derecho a jugar esta Recopa, tras obtener la Libertadores de América, nada más y nada menos que tras derrotar 3 a 1 a su archirrival, Boca Jrs., en aquel inolvidable partido jugado en el estado Bernabeu de Madrid.
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