Muchos de nosotros en alguna ocasión hemos llorado por un dolor o pena, pero también hemos segregado lágrimas de felicidad por algún hecho que alegró nuestros corazones. El culpable de esas emociones que hoy están sintiendo los habitantes en las ciudades de Barcelona y Miami, es el futbolista argentino Lionel Messi, quien con su difícil decisión de no permanecer en el Club PSG y dejar al Barca con los crespos hechos, para encaminar sus pasos hacia suelo norteño, ha constituído la noticia deportiva del momento.

Todo hacía presumir que Barcelona disfrutaría de nuevo con la presencia de Messi, sin embargo, las negociaciones no llegaron a feliz término y finalmente la ciudad de Miami fue elegida para darle la bienvenida al mejor jugador de balompié del mundo.

La permanencia de Messi en París no cumplió las expectativas trazadas por el astro suramericano, ya que las relaciones comenzaron a empeorar por diferentes motivos. Por otro lado, la afición francesa se quedó una vez más con el deseo de ver su equipo ganar la Champions League y la derrota sufrida por Francia en la pasada Copa Mundial de Fútbol Qatar 2022, por parte de la selección argentina fue determinante para terminar con la «Luna de Miel».

Hace escasos días, Messi acalló los comentarios tejidos acerca de su próximo destino al declarar a la prensa internacional lo siguiente: «Gracias al Club, a la ciudad de París y a sus habitantes por estos dos años. Les deseo lo mejor para el futuro». Esta decisión de marcharse al Inter de Miami ha creado en la capital un fastuoso carnaval al mejor estilo carioca.

La pregunta que la afición mundial suele hacerse es: ¿Estamos ante una despedida adelantada de Leo Messi? Aún queda en el recuerdo el momento cuando Pelé decidió jugar con el Cosmos de Nueva York y en pocos años colgó los botines.