El Mundial de Rusia fue la primera competición que usó esta nueva tecnología llamada VAR (en inglés, Video Assistant Referee). Su implementación convenció a la mayoría, incluso a los que cuestionaban los parones y desconexiones del juego por las consultas a la mesa. 

Cierto es que una buena sincronización entre el árbitro principal en el terreno de juego y el resto de árbitros en la mesa de pantallas hace que el tiempo de pausa en el encuentro sea mínimo. 

El estreno del VAR en el fútbol español fue en la Supercopa de España disputada en Tánger. El primer perjudicado fue el FC Barcelona, ya que el colegiado había errado en una jugada señalando un inexistente fuera de juego en ataque del Sevilla FC, y el árbitro asistente del vídeo se encargó de validar el tanto para el conjunto andaluz. 

Lo que tiene que quedar claro es que el VAR sólo intervendrá en errores claros o en situaciones que resulten decisivas. El VAR es una ayuda más de la que dispone el árbitro para decidir sobre una acción mal señalada u omitida. Y, sobre todo, el árbitro nunca pedirá el VAR, será el VAR el que avise al árbitro de alguna situación concreta para que éste decida.