Julio 24 / 2018 / AMÉRICA 1 – Leones 0

UN SEGUNDO O UN SIGLO

Tal vez un segundo o un siglo… No sé cuánto tiempo pasó desde el gol de Arboleda frente a Equidad en el parco empate de mayo, aquel madrazo sentido y el último aliento a frustración. Ni el mundial en todo su esplendor logró evitar que los pensamientos se revolvieran en el angustioso presente, que hoy, nos tiene de vuelta a la cancha. Sin muchas expectativas, incluso con rabia incubada, pero sí con una gran ilusión que acompaña el pacto de siempre entre el corazón y el equipo: ¡Esta campaña volveremos a estar contigo!

En el trillado césped los rostros conocidos se entreveraban con los nuevos ante la solemnidad de algunas tribunas vacías. El fútbol apenas asomó las narices después del minuto 30. Luego cayó de nuevo, y el rojo, aunque enredado, se veía superior amparado en el tamaño del rival. Entonces, en medio de aquel escenario lúgubre del empate, llegó el minuto 64. ¡P E N A L! Con un par de pasos cancheros Brayan Angulo se acercó al balón. Con sus ojos saltones lanzó la mirada a la izquierda para patear a la derecha. El balón entró. Un gol que cantó a rabiar el de las mil razones para no entrar a la cancha, el de las cientos razones para alentar desde afuera y el de la única razón para seguir alentando desde la tribuna. Todos gritaron gol y todos se abrazaron.

De ahí en adelante, las precauciones fueron mayores. El equipo exageró el uso de la ley del menor riesgo posible y retrocedió, eso sí, muy ordenado. Vinieron los cambios, el toque lateral, las faltas que duelen más, las instrucciones y todo lo demás que concluyó con los brazos en alto del juez y los tres puntos en la mochila de la ilusión. Ganamos. A nadie, pero, qué importa; ganamos.

Tal vez un segundo o un siglo… No sé cuánto tiempo ha pasado desde la última vuelta olímpica. Desde la noche de las bengalas, el abrazo de Berbia con Armero y la sonrisa de Umaña. Ha pasado mucho tiempo… Tal vez ha pasado un segundo porque tengo el recuerdo intacto y aún puedo sentir el aroma de esa noche. Tal vez ha pasado un siglo porque han sido tantas desgracias y penas juntas que apenas podrían ser contadas en cien años. Ha sido mucho tiempo, América, es hora de volver.

Saludos y gracias por leer estas líneas.

MAURICIO BERMÚDEZ — @MBER226

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