Una infancia marcada por los estragos de la guerra, , presenciar el fusilamiento de su abuelo, salir huyendo y ver su casa quemada, viviendo como refugiado en un hotel... todo ha conformado lo que hoy es Luka Modric. quien hoy recibe un premio a su esfuerzo, recibiendo el Balón de Oro del Mundial Rusia 2018.

Un poco de su historia

La frustración y tristeza estuvieron descargadas en un balón que rodaba en el estacionamiento del hotel, donde varios niños huían de esa dura realidad, ahí el dueño le vio jugar y le mandó a un club vecino del hotel y aunque al principio le ponían muchos peros,  por su delgada complexión y baja estatura, nada de eso lo separó de su sueño de ser futbolista. Se impuso su talento.

Y así en el 2003, debutó como profesional en un equipo de Bosnia-Herzagovina. El Tottenham le abrió sus puertas en el 2008 donde estuvo 4 temporadas para después llegar al Real Madrid, donde ha saboreado grandes triunfos y de los cuales él ha sido muy importante.

Hoy 20 años después recibe el Balón de Oro, por ser el jugador más valioso del mundial. Su 1.72 de estatura, su cuerpo delgado, su posible afectación por la guerra, no, nada lo detuvo para alcanzar su sueño.

Hoy tras perder la final veía en su rostro satisfacción en él, en sus propias palabras ha dicho: "la guerra me hizo fuerte". 

Un gran guerrero, admirable su trabajo dentro de las canchas. Bien merecido ese Balón de Oro, aquí en la foto compartiendo podium con Kylian Mbappé, quién a sus 19 años recibe el premio al mejor jugador joven y acompaña a Pelé en ser de los más jóvenes en anotar en la final de un mundial. (Pelé lo hizo a los 17 años)

                                       ¿Los veremos juntos en el Real Madrid?