En el año 1994 José Pekerman y Hugo Tocalli asumieron la conducción de la selección juvenil argentina con el objetivo de formar jugadores y que lleguen lo más preparados a la práctica profesional.

Inculcando valores como el compromiso, el juego limpio y una formación táctica, se inició un proceso que trajo resultados de manera inmediata.

En el año 1995, el seleccionado sub 20 clasificó al Mundial de Qatar; con el plus de haberle ganado la final al combinado brasileño. Final que tuvo sabor a revancha, ya que el scrach se había quedado con el torneo sudamericano. En aquel plantel juvenil estaban: Juan Pablo Sorín, Fede Domínguez, Francisco Guerrero, Leo Biaggini, Walter Coyete y una debilidad de quien escribe, Ariel “Caño” Ibagaza.

En 1997, la selección juvenil ganó el torneo sudamericano y el mundial de Malasia. Obteniendo además el premio Fair Play. Quizás la mejor selección juvenil de todas, con un equipo lleno de figuras: Walter Samuel, Esteban Cambiasso, Juan Román Riquelme y Pablo Aimar. El plantel también lo conformaba el arquero Leo Franco, un polifuncional como Fabián Cubero, un lateral con un misil en la pierna derecha como Juan José Serrizuela, otro lateral como Lionel Scaloni, autor de uno de los goles a Brasil en semifinales, un goleador como Bernardo Romeo y otro delantero rápido y escurridizo como Diego Quintana, uno de los goleadores de la final.

Al año siguiente, argentina disputó el Torneo Esperanzas de Toulon y se consagró Campeón. Con la base del mundial de Malasia y la aparición del defensor Gabriel Milito. Jugador que también ganó el sudamericano de 1999 disputado en Mar del Plata. En ese certamen también se destacó el delantero Luciano Galletti.

Argentina organizó el mundial juvenil en 2001 y fue un torneo que disfrutó toda la familia. El combinado albiceleste hizo de local en el confortable José Amalfitani de Liniers. Fue la última vez que dirigió al seleccionado juvenil y también ganó el título al mejor equipo del mundo.

El seleccionado argentino tenía la ventaja de contar con jugadores con importante experiencia en primera división: Fabricio Coloccini, Nicolás Burdisso, Leandro Romagnoli, Maximiliano Rodríguez, Oscar Ahumada, Alejandro Domínguez y Javier Saviola.

Hay una anécdota simpática que Saviola compartió en una entrevista. En aquellos años, Matías Vuoso brillaba en la primera de Independiente y sufrió una lesión que lo marginó del equipo. Pekerman llamó a Javier para pedirle referencias sobre la conducta de Andrés D’Alessandro. Saviola, muy amigo de D’Alessandro, lo describió como un buen chico y tranquilo. Ni buen cortó con el entrenador, se comunicó con su amigo para advertirle que lo iban a llamar y que “se porte bien, no lo haga quedar mal. Después resultó ser una pieza clave para la consagración del equipo argentino.

En el año 2003 no se consiguió ningún título, pero quiero rescatar unos nombres que también formaron parte del seleccionado mayor: Pablo Zabaleta, Javier Mascherano, Lucas Biglia, Osmar Ferreyra, Walter Montillo, José Sosa y Fernando Cavenaghi.

Carlos Tévez pudo haber conformado el equipo pero decidió no viajar para poder ganar la final de la Copa Intercontinental contra Milan.

El jugador más destacado de esa selección fue Mascherano. En un partido del mundial, el volante corría por toda la cancha sin descanso para pelear todas y Tocalli, el DT argentino, le dijo “Pará un poco” haciendo el gesto con las palmas de las manos hacia abajo. “¿¡PARÁ, QUÉ!?” contestó furioso el jugador, demostrando su carácter desde joven.

En 2005, Hugo Tocalli se unió a José Pékerman para dirigir la selección mayor y su lugar en el juvenil lo ocupó Francisco Ferraro. Esa selección salió campeón en el mundial de Holanda y también contó con jugadores de mucha jerarquía. Oscar Ustari, Ezequiel Garay, Pablo Zabaleta, Lucas Biglia, Fernando Gago, Lionel Messi y Sergio Agüero.

Alemania 2006 parecía el momento perfecto para coronar tantos años de trabajo en las inferiores. La selección argentina clasificó de manera impecable, obteniendo un triunfo histórico en la altura ante Bolivia con goles de Luciano Galletti y Luciano Figueroa.

Aquella selección practicó un fútbol que enamoró a todos en el mundial. El plantel lo integraba gran parte del proceso de los últimos 12 años. Leo Franco, Oscar Ustari, Fabricio Coloccini, Gabriel Milito, Nico Burdisso, Leandro Cufre, Juan Pablo Sorín, Javier Mascherano, Esteban Cambiasso, Pablo Aimar, Juan Román Riquelme, Maximiliano Rodríguez, Lionel Scaloni, Lionel Messi, Javier Saviola y Carlos Tévez. El equipo nos regaló uno de los mejores goles de Argentina en los mundiales en el 6 a 0 contra Serbia y Montenegro. Una jugada con más de 20 toques definida por el Cuchu Cambiasso. En ese partido también aparecieron los “Globetrotter”, según Hernán Crespo. Tévez hizo un golazo a pura potencia y habilidad mientras que Messi convirtió su primer gol en una combinación colectiva brillante.

También queda en el recuerdo el zapatazo de afuera del área de la Fiera Rodríguez ante México que significó la clasificación agónica a los cuartos de final.

Todavía me cuesta entender cómo ese equipo no ganó el mundial de Alemania. Hubiese sido el broche de oro merecido para una generación y un técnico que no se les puede reprochar nada. Los que amamos el fútbol nos consolamos con estos recuerdos y momentos inolvidables del deporte más lindo del mundo. Ojalá exista otra oportunidad de ver algo parecido.