En en el fútbol colombiano, el protagonismo recae sobre los hombros de los clubes denominados como 'grandes': Atlético Nacional, Millonarios, América de Cali, Junior o Independiente Santa Fe, son algunos de los que pertenecen a la lista. Sin embargo, un equipo de piel 'vinotinto' se ha acostumbrado a meterse en ese grupo, a pesar de que su escudo cuenta con dos estrellas.
Uno de los responsables del fenómeno es Alberto Gamero, un hombre que escribió una carrera exitosa usando guayos y que está haciendo lo mismo desde la raya, como el director de orquesta del conjunto 'pijao'.
El estratega samario pierde piezas importantes en el inicio de cada temporada: Marco Pérez, Ángelo Rodríguez, Sebastián Villa o Wílmar Barrios, cuatro de los referentes que se han marchado durante su gestión. No obstante, el 'sonero' los suplió con nuevos intérpretes que encajaron perfectamente en su rompecabezas de orden y buen trato de la pelota.
En la Liga Águila 2019 - II, Deportes Tolima se topó con un bache futbolístico que sembró dudas, pero encontró su mejor versión en la recta final de la fase de todos contra todos. Suma 28 puntos en la tabla y acumula cinco partidos invicto, producto de cuatro triunfos y un empate. Números que alimentan la ilusión de los aficionados y argumentos para decir, una vez más, que Gamero y sus muchachos son serios aspirantes al título y un equipo confiable.
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