No hay nada más genial para un seguidor del FC Barcelona ver como su equipo rival se desploma. Ya hace algunas semanas se habían enfrentado en tres ocasiones el Real Madrid y el Barcelona, dejando un saldo positivo para los cules de 2 victorias y un empate; estos resultados trajeron como consecuencia la eliminación en la copa del Rey del Real y una diferencia de puntos casi inalcanzable en la liga.
Pero la tragedia del Real Madrid apenas comenzaba, hace un par de semanas jugaba la vuelta de la copa de campeones contra el Ajax, en este partido solo debía mantener la diferencia e incluso cerrar la eliminatoria si se le presentaba la oportunidad pero esto ultimo nunca paso y el Ajax voltearía la eliminatoria encajandole un 4-1 y cerrando la faena en un global de 5-3.
Ante esta crisis el Madridismo lloraba sangre, nunca se había visto algo igual, un equipo sin corazón, sin garra y sin algo mucho mas importante, el juego. Desde el banquillo nadie respondía en la cancha igual, tenia un par de buenos partidos y en el tercero se desmoronaba. Solari seria destituido después de este fracaso, con un saldo de 31 partidos disputados, en los que gano 21, perdió 8 y empato 3. Ante tal acontecimiento florentino solo tuvo que pronunciar las palabras mágicas "¿Y ahora quien podrá defendernos?", acto siguiente aparecería un mítico Zidane como el chapulin colorado.
¡Un reestreno por todo lo alto!
A Zidane le tocaría disputar su primer partido en casa, ante un Celta de Vigo urgido por resultados que busca salir de la zona roja de la tabla. Ante este rival Zidane no inventaría mucho, hizo lo que esperábamos muchos que hiciera. El primer cambio en el once fue el arquero, saco al Belga y dejo al eterno Navas, por los costados de la defensa tendríamos al polémico Marcelo por un lado y Odriozola por el otro, mientras que los centrales serian Ramos y Varane.
Justo por delante de la defensa (zona de contención) tendríamos a Modric junto a Kroos; mientras que en la zona picante del equipo estarían los llamados a ser los caballos del equipo: Isco de enganche, Bale por la derecha, Ascencio por la izquierda y Benzema como única punta.
El Madrid enfrentaría al Celta con las ansias de sacar un resultado positivo y dejando una buena imagen ante su afición que poco a poco perdía la fe. Para mi es sorprendente como una figura como Zidane le cambia la cara a los jugadores y a la afición en tan solo un partido.
El gol se haría esperar, luego de un travesaño de Benzema y un gol anulado por fuera de lugar a la salida de un corner, en el minuto 62 luego de una buena jugada por el costado izquierdo cerraría en el centro Isco. El Real respiraba profundo, era cuestión de tiempo que el tanto llegara y quien mejor para eso que Isco, un jugador que en lo personal me encanta y era victimas de criticas por el mal rendimiento que estaba teniendo.
Ya una vez entro el primer balón el Madrid comenzó hacer su juego y cocinaba lo que seria el segundo tanto. Al minuto 77 Marcelo le serviría una pelota por todo el medio a Bale, el control se le haría largo, pero sin embargo consiguió sacar el derechazo y lo que era una pelota que hace un par de semanas pegaba en el palo y salia, ese día pego en el palo pero entro, colocando así el 2-0 definitivo.
Es cuestión de tiempo, el Real necesita mucho trabajo para reponerse, cuenta con el material humano para hacerlo y ahora con el DT indicado seguro volverán esos días en los que era competitivo y yo siendo fanático del Barcelona ansió esos días. Seguro con un par de fichajes más Zidane pondrá al Real de nuevo en la órbita del fútbol mundial nuevamente.
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