En los despachos del Camp Nou hoy estaba marcado con rojo desde hace varios meses. Son las Griezmann en punto en Can Barça. Desde ahora, la cláusula de rescisión del delantero francés, campeón del mundo, baja de nuevo. De los 200 millones pasa a ser 120, veinte más que el año pasado. Es lo que vale su libertad. Es el momento que aguardaba el Barça para acometer definitivamente el fichaje de la estrella del Atlético de Madrid.
La rebaja de la cláusula ofrece varias ventajas para su incorporación y para que forme un nuevo tridente al lado de Messi y Luis Suárez. La primera es que el Barcelona no tiene la necesidad de sentarse a negociar con el Atlético. Mientras, el pulso con el PSG por Neymar se antoja largo, y desgastante, la resolución del caso Antoine Griezmann podría ser rápida.
En cuanto el futbolista abone en la sede de La Liga el dinero, comprará su libertad sin que los colchoneros tengan margen de reacción ni derecho de tanteo. Es más, hace tiempo que en el club rojiblanco saben que el francés, que ha ganado en el Atlético una Europa League, una Supercopa de Europa y una Supercopa de España, se irá. El propio jugador lo comunicó en un vídeo en las redes sociales tras hablar con Enrique Cerezo y Miguel Ángel Gil Marín. “Desde marzo tengo muy claro dónde jugará Griezmann. Jugará en el Barcelona”, dijo este último hace tres semanas.
La segunda es que 120 millones, precio fijo, sin variables, es un montante asumible para un crack mundial en el mercado de fichajes actual, aunque sean 20 millones más de desembolso por un jugador un año mayor (27 entonces por 28 ahora) que el verano pasado. Es un valor similar al que el Barça pagó en el 2017 por Dembélé, de lo que costó hace un año Cristiano (que tenía 32 años) al Juventus y del que ha pagado hace muy poco el Real Madrid por Hazard. Griezmann, siempre preocupado por la imagen y el show business, quedará por debajo de Neymar, Mbappé y Philippe Coutinho en la clasificación de futbolistas más caros del mundo.
Al técnico le encanta su conocimiento y su rendimiento en el campeonato español, donde ha marcado 133 goles. Esta sería su décima temporada en Primera, tras cuatro en la Real, que se llevará 25 millones, y cinco de colchonero.
En ese sentido, desde el club se insiste que fue Griezmann quien se volvió a ofrecer. Once meses después de la emisión del docu-reality La decisión, el francés se desdijo. “Si gano la Champions en el Barcelona seré uno más pero si la gano en el Atlético seré leyenda”, fue uno de los argumentos que más le pesaron en el 2018 para no moverse. Sin embargo, el Atlético en marzo cayó en los octavos de final de la máxima competición europea tras la remontada del Juventus, con tres goles de Cristiano, en Turín. Además, con 21 dianas, esta ha sido su peor campaña realizadora a las órdenes de Simeone, al que también abandonan Godín, Rodri, Filipe Luis y Juanfran.
Nadie en el club rojiblanco puede dudar de él, que sale a un gol cada dos partidos (131 en 257 duelos) y que sólo se ha perdido 10 jornadas en cinco Ligas. Griezmann busca grandes títulos, Champions y Ligas, y piensa que el Camp Nou le acerca. Por su parte, desde que en 2011 aterrizó Cesc procedente del Arsenal, el Barcelona no ficha a un campeón del mundo. Griezmann es un fichaje contrastado, a diferencia de Vermaelen, Douglas, Murillo y Prince Boateng que hoy ya no pertenecen al Barça.
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