El Valencia venció al Barcelona por 2-1 y se adjudicó la Copa del Rey el sábado, poniendo fin a la racha de cuatro años de victorias del campeón de España en la competición y negándole el doblete nacional.

Kevin Gameiro y Rodrigo Moreno marcaron goles en la primera parte para que Marcelino se hiciera con el control de la final en el sofocante estadio Benito Villamarín de Sevilla.

El Barcelona, 30 veces campeón de la Copa, tuvo problemas sin los delanteros lesionados Luis Suárez y Ousmane Dembele, pero Lionel Messi volvió a meter a los catalanes en el partido con un remate a bocajarro.

Goncalo Guedes perdió una ocasión de oro en el tiempo añadido para el Valencia, pero se aferró a su primer gran trofeo desde la última vez que levantó la Copa en 2008.

"Hemos hecho historia en un año realmente significativo, nuestro año del centenario."

El Valencia terminó cuarto en La Liga después de una fuerte segunda mitad de la temporada, alcanzando las semifinales de la Europa League y poniendo fin a una campaña impresionante con esta victoria.

Por el contrario, la campaña del Barcelona se vino abajo en la última quincena, ya que desperdició una ventaja de tres goles en la semifinal de la Liga de Campeones y fue eliminado por el Liverpool antes de que la Copa se le escapara de las manos.

El Barça quería salir de su humillación en el Merseyside con el noveno doblete de su historia, pero, a pesar de los intentos de Messi, fue derrotado por un Valencia decidido y bien entrenado.

Gerard Piqué se vio obligado a despejar el disparo de Rodrigo antes de que Gameiro adelantara al equipo de Marcelino en el minuto 22, tras un buen trabajo de José Luis Gaya.

Los catalanes no lograron crear ocasiones de gol y Rodrigo asintió con la cabeza en el segundo, después de que Carlos Soler lanzara un balón a la portería.

Messi remató al poste con un delicioso disparo desde fuera de la cancha antes de marcar el rebote cuando Jaume Domenech salvó el remate de cabeza de Clement Lenglet para su gol número 51 de la temporada, pero no fue suficiente.

"El Valencia es un campeón digno y también ha sido un buen año para nosotros", dijo Piqué.

"Siempre es un buen año cuando se gana la Liga, pero la expectativa era tener un año aún mejor, y ese no ha sido el caso. La temporada termina con una sensación agridulce, porque podría haber sido mejor.

"No nos preocupamos por el futuro del directivo, debemos analizarnos y tratar de mejorar. Las otras decisiones no están en nuestras manos, pero hemos dicho más de una vez que nos gustaría que se quedara".