La F1 vuelve a ese circuito que tantas leyendas ha creado a lo largo de la historia del magno-evento, la pandemia por el Sars-Cov19 ha provocado la creación de un calendario de emergencia, y, por suerte, en ese calendario está esta joya del automovilismo.

Cualquier aficionado a la Formula 1 sabe que es Imola, sabe lo que significa, sabe que es uno de esos circuitos que debería estar en el calendario siempre, aunque la realidad de Liberty Media es diferente, y más cuando hay mucho dinero de por medio. El circuito que fue la tumba de Ayrton Senna (nadie recuerda al pobre Ratzenberger, quien también pereció en este legendario circuito) ha regalado carreras muy reseñables, como la de 2005 y aquella fatídica lucha entre Alonso y el Kaiser, y en este atípico e incluso infernal año 2020, Imola ha vuelto.

Ha vuelto igual que el desarrollo de este año, de manera atípica, con una sola sesión de entrenamientos libres y una clasificación que ha tenido un río con un empuje arrollador, pero que ha acabado en el tranquilo mar del doblete de la casa alemana, sí, los de siempre, sí, los de la estrella, sí sí, aquellos que van a volver a ganar (¡OTRA VEZ!) el campeonato de constructores.

Una clasificación que ha tenido , en la Q1, la clásica eliminación de Haas, Alfa Romeo y Latifi, el pan de cada Q1, otra vez Russell pasa a la Q2 con el Williams, otra vez bate a su compañero Latifi en clasificación, este británico tiene un brillante futuro por delante, salgo que la chequera de algún magnate le quite su más que merecido puesto en la F1 (No en 2021, pero no lo descartéis después de esa temporada). Un Raikkonen de 40 años que sigue siendo un talento puro de este deporte y los dos Haas, en su status quo, el equipo Estadounidense lo va a pasar realmente mal el año que viene.

Tras este paseo por el rio, llegan los rápidos, llega la Q2, que siempre es una pelea mucho más apretada, y aquí, tenemos a un habitual, a Sebastian Vettel, el tetracampeón sigue a un mundo de su compañero Charles Leclerc, con la cabeza puesta en Racing Point, no es capaz de estar cerca de su compañero y esta última temporada en Ferrari está siendo catastrófica para el alemán. Los dos Racing Point, caen eliminados en Q2, buenas noticias para McLaren y Renault para la batalla del campeonato de constructores que mantienen este año, en esta pista el Racing Point no logra adaptarse de manera correcta.

Y llegó la guinda del pastel, la última ronda de la clasificación, llega la Q3 (Quizás podrían renombrarla y llamarla Paseo de Mercedes) con una interesante lucha por la pole entre Hamilton y Bottas, que se lleva este último por escasas centésimas. El tercero, el de siempre, Max Verstappen, que hace lo que tiene que hacer, coloca el coche donde lo tiene que colocar, y, en ocasiones, nos hace soñar con ese talento que tiene, un talento único en este deporte, al contrario que su padre Jos Verstappen.

Detrás del neerlandés, su "hermano", el Alpha Tauri de Pierre Gasly, que tiene destellos de fuera de serie, pero no lo es, destaca en esta escudería, pero recordemos cuando tuvo en sus manos el Red Bull, el papel tan desastroso que realizó, sin embargo, aquí se mostró de manera competitiva. Tras él, el futuro piloto de McLaren, Daniel Ricciardo, con una gran vuelta por su parte, que le ayudó a colarse delante de Alex Albon (Que huele a que es su último año en Red Bull, aunque sería una batalla interesante si regresa a Alpha Tauri con Gasly, está claro que Albon no tiene nada que hacer en el equipo de la bebida energética. Leclerc acabó detrás de él, haciendo milagros con ese Fiat Multipla pintado de rojo que llaman Ferrari, Kvyat siguió la estela del monegasco y cerraron el Top 10 Lando Norris y Carlos Sainz.

Pole para Bottas, otra vez Mercedes, pero mañana es la carrera, mañana es la guerra, salvo catástrofe, huele a campeonato de constructores de Mercedes, solo esperemos que el río no desemboque en un mar tranquilo, mejor que nos lleve a un mar con gran oleaje.