Cuando se habla de innovación y tecnología en el área de los motores, no se puede pasar por alto los vehículos de Fórmula 1, y es que estas impresionantes máquinas no dejan de sorprender a propios y extraños con la evolución que han presentado con el paso de los años. Antes de entrar en detalles de la evolución vamos a conocer un poco de la historia detrás de todo, el primer campeonato oficial de fórmula 1 inició en el año 1950, la carrera se realizó el 13 de mayo de 1950 en el circuito de Silverstone – Inglaterra. Para ese tiempo uno de los vehículos más competitivos era el Alfa Romeo 159, también llamado Alfetta, este tenía un diseño acorde a la época, tenía un motor turboalimentado de 1.5 lts, 8 cilindros y 400 caballos de fuerza.

Alfa Romeo 159

Pero esto fue lo que dio inicio a toda una revolución automotriz, que con el paso de los años fueron mejorando los diseños, motores y demás componentes de estos vehículos para convertirse en lo que son hoy en día, unas obras maestras. Ya para la década de los 60 la escudería Lotus dio un golpe sobre la mesa y dejó con la boca abierta a la competencia al incluir una especie de alas o alerones en la carrocería de sus vehículos, otro de los grandes avances de la época, puesto sobre la mesa por la misma escudería fue el chasis de aluminio. Fue tan innovadora esta idea que el resto de los equipos no perdieron tiempo en copiar los diseños y debido a esto se inició una carrera por la aerodinámica, que sin duda dio un importante vuelco a la evolución de estos coches.


Monocasco de fibra de carbono

Las décadas de los 70 y 80 fueron también muy revolucionarias, en la primera se dieron a conocer (también por la escudería Lotus) los sistemas de refrigeración de los vehículos, esto sencillamente eran aberturas en la carrocería que le permitía al aire refrigerar el motor cuando los vehículos estuvieran en la pista. En la década de los 80 se creó el invento más importante en materia de seguridad, el chasis monocasco de fibra de carbono.

Ya en el nuevo milenio, año 2014 específicamente, se marcó otro cambio muy importante con respecto a los motores, se pasó a motores más pequeños (1.6 lts con 6 cilindros), pero además se dio la invención del sistema de recuperación de cinética durante la frenada, mejor conocido como KERS, este sistema almacenaría la energía del frenado y la emplearía en la siguiente aceleración. Sin duda la historia evolutiva de estos vehículos es algo que llama mucho la atención, pues se puede ver como el ser humano en su intento de ser cada vez mejor llegó a construir paso a paso estas máquinas que son claro ejemplo de la evolución automotor.

Ferrari SF71H, temporada 2018 de F1.