Desde hace tiempo, conocemos la intención de los nuevos dueños de la F1 de dar un vuelco a la imagen de la competición a partir del 2021.Resulta extraño, en los tiempos que corren, que la competición aún mantenga las llantas de 13 pulgadas como si de antaño se tratase. A partir de 2021, la introducción de las nuevas llantas trae consigo alguna que otra novedad. Principalmente, se ajustará el tamaño de los neumáticos delanteros para hacerlos más estrechos, que pasarán de los 305mm a 270mm. Las gomas traseras mantendrán su aspecto de 405mm actual, mientras que los diámetros tendrán que ajustarse entre 700-720mm, dejando atrás los 670mm actuales.
Además, las mantas térmicas dejarán de utilizarse, por lo que la labor de encontrar una temperatura óptima a las gomas pasa a ser exclusiva del piloto, aunque como señala la FIA: "Las llantas deberían dar un rendimiento seguro al dejar el pitlane con las gomas frías”. Sobre la degradación, añadía que "se espera que el pilotaje agresivo o seguir de cerca a otro coche provoque una mayor degradación en los neumáticos que una conducción suave o con aire limpio por delante. Cuando se deje de rodar en tráfico o se suavice el pilotaje, el neumático debería recuperar rápidamente un menor nivel de degradación por vuelta".
En 2019 acaba el contrato actual y los proveedores tendrán hasta el 31 de agosto para presentar sus ofertas de suministro para 2020-2023. Pirelli ya ha manifestado su aprobación y se postula como favorita, aunque también Michelin ve con buenos ojos el cambio. Eso sí, los franceses lo tienen, a priori, más complicado ya que tendría que elaborar desde cero unos neumáticos con la reglamentación actual para 2020 y otros, con los nuevos cambios, para 2021.
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