Desde que comenzó la era turbohíbrida en 2014, Ferrari ha sido uno de los equipos más exitosos de la Fórmula 1, sin embargo, la obtención del título ha sido algo que de momento resulta esquivo para la escudería del Cavallino Rampante, su paso por la categoría reina del automovilismo es de mucho peso histórico, habiendo ganado 16 campeonatos de constructores y 15 campeonatos de pilotos en toda su trayectoria. Los últimos 6 años, parecieran hacernos ver que dicho equipo se ha olvidado un poco de sí mismo, ya que, Ferrari ha pasado por altibajos en su rendimiento en la pista.
En 2017, Ferrari tuvo una temporada muy competitiva, ganando cinco carreras y terminando en segundo lugar en el Campeonato de Constructores detrás de Mercedes. El piloto estrella de Ferrari, Sebastian Vettel, lideró la tabla de pilotos durante gran parte de la temporada antes de perder terreno en la segunda mitad de la misma, pero pese a ello, el equipo italiano demostró una velocidad impresionante y consistencia en el podio.
En 2018, la situación se mantuvo competitiva, pero una serie de errores tácticos y de gestión de carreras costaron el título tanto a la Scuderia como a su piloto, Vettel. A pesar de haber ganado seis carreras esa temporada, el equipo italiano sufrió varios errores y accidentes, incluido un choque en el Gran Premio de Alemania, lo que les costó valiosos puntos en la clasificación.
El inicio de la tormenta
Todo comenzaba a derrumbarse en 2019, Ferrari experimentó así, una temporada difícil, luchando por mantenerse al ritmo de Mercedes y Red Bull. A pesar de haber ganado tres carreras, el equipo italiano tuvo dificultades para encontrar la velocidad necesaria para competir en la cima y sufrió una serie de errores y accidentes que les costaron puntos valiosos en el Campeonato de Constructores. El piloto de Ferrari, Charles Leclerc, impresionó en su rendimiento general con el equipo, pero Vettel tuvo una temporada difícil en términos de resultados y un GP de interlagos para el olvido.
En 2020, la situación empeoró aún más para Ferrari, con un declive significativo en el rendimiento debido a un problema con el motor, lo que resultó en una pérdida de potencia y velocidad en las rectas. Esto llevó a un desempeño muy pobre en la pista, y el equipo de Maranello solo logró obtener un podio en toda la temporada. Fue un campeonato difícil y decepcionante para todos los tifosi, quienes estaban acostumbrados a ver al equipo italiano competir en la parte superior de la clasificación.
Una nueva esperanza
En la temporada del año 2021, Ferrari mostró una recuperación significativa en términos de rendimiento y resultados, con dos podios y un desempeño más consistente. El equipo italiano, trabajo arduamente para solucionar los problemas con el motor y el chasis del automóvil, y demostró una velocidad impresionante en varias carreras. Aunque todavía estaban lejos de considerarse inmersos en la lucha por el campeonato, la escuadra de Maranello pareció afrontar un camino ascendente y de recuperación sostenida, cuestión que sin duda alguna encendió la esperanza de sus seguidores.
La temporada 2022, marco sin duda alguna un regreso notable de la escudería, ya que se obtienen en toda su participación la suma de 4 victorias y 12 pole position, a pesar de estos buenos resultados, vale destacar que se inicia en la punta del campeonato, pero dicho liderato fue cediéndose de manera progresiva a RedBull conforme avanzaba el calendario, así como también, hubo diferentes problemas en la estrategia que les impidieron hacer una transición entre los resultados de las sesiones de clasificación y la carrera. Esto junto con un Max Verstappen que dominó junto a su equipo de manera arrolladora durante toda el campeonato, pudo significar esa imposibilidad de no sólo estar cerca en la tabla de posiciones, sino de ser una verdadera piedra en el zapato en las aspiraciones del holandés y la escudería austriaca.
Lo que se viene para la roja de Maranello
Durante el tránsito de la temporada 2022 a la temporada 2023, se puede destacar que se observan cambios importantes, el primero de ellos la ausencia de Binotto y la llegada de Fred Vasseur, lo que según algunos es un craso error, puesto que implica poner a encarar al equipo, a una fase de transición, cuando todos esperaban una posible consolidación de la lucha por el título, lo segundo, se puede resaltar como la fortaleza del SF-23, en donde algunos expertos destacan un gran sentido de transformación e innovación de estos monoplazas bajo casi un aspecto de microdetalle, cuestión que se espera surta un efecto positivo y sustancial en la pista.
Lo tercero, se puede decir que de los equipos que en teoría son importantes, la única dupla que se maneja intacta en la armonía de sus pilotos es Ferrari, ya que en Mercedes las aspiraciones de Russell y Hamilton en simultáneo, pueden esombrecer de manera inesperada el panorama para el 7 veces campeón del mundo, y por su parte, RedBull tiene muy marcada (así lo nieguen a la luz pública) una rivalidad de criterio entre Verstappen y Pérez, cuestión que si no se aborda de manera correcta, pudiera profundizarse para el año 2023.
En los últimos 6 años, Ferrari ha tenido temporadas competitivas, pero también ha luchado por mantenerse al ritmo de Mercedes y ha sufrido una caída significativa en el rendimiento en 2020 debido a problemas de potencia. Aunque han mostrado una recuperación significativa en 2021 y 2022, todavía tienen trabajo por hacer para volver a competir en la parte superior de la clasificación, veremos como los factores internos y externos determinan los resultados de esta gran escudería, que muchos deseamos ver de regreso para que el mundial de F1 pueda obtener un refrescamiento en su rivalidad. Será el domingo 5 de marzo en Bahréin cuando nuestras dudas sea disipadas.
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