Después de un Gran Premio de Francia que contra todo pronóstico fue entretenido y emocionante, la Formula 1 hace parada en Austria en el Red Bull Ring para una doble carrera. La octava cita del calendario del gran circo promete entretenimiento una vez más, una tónica que está siendo habitual en esta temporada 2021. Tras haber obtenido una victoria tanto real como moral en el Circuit de Paul Ricard, la escudería Red Bull parte como favorita. Este es un circuito que es terreno de la marca de las bebidas energéticas, pese a que el año pasado la victoria fue para Mercedes en las dos ocasiones (para Lewis Hamilton en el GP de Austria y para Valtteri Bottas en el GP de Estiria). Pero este año la situación es distinta. Los de Milton Keynes están en racha, con tres victorias consecutivas y con un Max Verstappen que lidera el mundial de pilotos con 12 puntos de ventaja con respecto a Hamilton. El neerlandés está haciendo la temporada de su vida, con victorias en Imola, Mónaco y la última en Francia, además de tres segundos puestos y el fatídico abandono en Azerbaiyán donde hubiera podido ganar la carrera de no ser por la explosión de un neumático a pocas vueltas del final.

La escudería que dirige Christian Horner cuenta además con un Sergio Pérez que poco a poco va adaptándose mejor al RB16B y que viene de conseguir una victoria en Bakú (la segunda de su carrera) y un tercer puesto en Francia. Red Bull tiene las espaldas cubiertas con el piloto mexicano, algo que no puede decir Mercedes de su escudero Valtteri Bottas. El finlandés no ha sido capaz de demostrar la solvencia vista en temporadas anteriores y sus dos últimos grandes premios no han hecho más que añadir condimentos a los rumores sobre su no-renovación. En Paul Ricard cometió un error que permitió el adelantamiento de Verstappen y que propició que este pudiera cazar a tiempo a Hamilton. El fichaje de George Russell para la temporada que viene está casi cantado y este aliciente no parece motivar a Bottas, sino todo lo contrario.

Mientras que Checo ha consolidado su tercera posición en el mundial, Valtteri ha quedado relegado a la quinta posición, superado por un Lando Norris que no para de sorprender carrera a carrera. El piloto británico de McLaren ha demostrado ser el mejor del resto y hasta la fecha es el único que ha puntuado en todos los grandes premios, con dos podios incluidos. Será interesante ver si mantiene esa racha en un circuito donde el año pasado obtuvo un tercer puesto.

El Red Bull Ring, un circuito no apto para carreras aburridas

El trazado de Spielberg es exigente y rápido, y augura un ritmo trepidante tanto en clasificación como en carrera. Es uno de los más cortos de la temporada, y por sus largas rectas se completa en poco más de un minuto. El récord de vuelta rápida lo ostenta Valtteri Bottas con 1:02.939. El circuito solo cuenta con 10 curvas y se pisa el acelerador a fondo durante el 65% de la vuelta. Un mínimo error puede suponer un fácil accidente. De hecho, desde que la Formula 1 regresó a Austria en 2014, solo ha habido un año en el que no hubo accidentes en carrera, en la cita de 2019. En una de las carreras que se disputaron el año pasado en el Red Bull Ring, hasta siete pilotos tuvieron que abandonar. Que habrá uno o más abandonos en Austria prácticamente ni cotiza.

Aunque la velocidad punta podría ser determinante, también lo será la tracción y una buena configuración aerodinámica en los monoplazas. El Gran Premio de Estiria y el Gran Premio de Austria se ganarán también en los garajes. La clasificación será importante pero no tanto como en Mónaco o Paul Ricard. Este circuito propicia los adelantamientos y cuenta además con tres zonas de DRS por lo que veremos todo lo contrario a una procesión de coches.

El Gran Premio de Estiria se llama así en alusión a la región austríaca donde está situado el circuito. Con motivo de la cancelación del Gran Premio de Turquía de 2021 a causa de la pandemia del coronavirus, la FIA optó por añadir otra carrera en el circuito, pero como ya había un Gran Premio de Austria (el cual se disputará la semana que viene) se adoptó el nombre de Estiria. Dicha nomenclatura ya se adoptó el año pasado, en el que también se realizó una doble carrera en tierras austríacas.

Mercedes, en apuros por primera vez en la era híbrida

Cualquiera diría que una escudería que va segunda en el mundial de constructores y que cuenta con un heptacampeón del mundo en sus filas está en apuros. Sin embargo, Mercedes está viendo amenazada su larga hegemonía por primera vez desde que comenzó la era híbrida en 2014. El equipo que dirige Toto Wolff no se sintió del todo cómodo en el trazado urbano de Mónaco y dejó escapar la victoria en Baku. En Paul Ricard, un circuito que se creía un feudo de los alemanes, Red Bull les superó con una estrategia arriesgada pero que salió inmaculada, y Max Verstappen se anotó la pole en clasificación. Además, los toros fueron más rápidos en recta.

Aunque los alemanes ya no son intratables, tampoco hay que dictar sentencia. Pero igualmente están obligados a una buena actuación en Estiria para no poner cuesta arriba sus opciones por el campeonato. Aunque el trazado austríaco es el templo automovilístico de Red Bull, Mercedes también ha dado buenas actuaciones allí, y existen posibilidades de que vuelvan a lo más alto del podio. Las opciones siguen ahí, pero las dificultades son mayores para esta temporada, pues hasta el propio Toto ha admitido que ya no tienen esa ventaja del motor. A falta de nuevos paquetes de mejoras en el monoplaza, los de la bebida energética superan a los Mercedes en velocidad punta y eso puede ser clave en más de un gran premio.

Red Bull se gusta a sí mismo

El equipo austríaco está demostrando una mayor consistencia esta temporada. El motor Honda se muestra competitivo y su chasis se puede considerar el mejor de la parrilla. Pero además, ya no permiten que ninguna escudería les mire por encima del hombro, ni siquiera Mercedes. Más allá de la genialidad de Verstappen al volante, los de Christian Horner están aplicando buenas estrategias de carrera y cuentan con una dupla en condiciones. Checo ha demostrado que no es un Alex Albon, sino un piloto con ambición y disciplina. Su ritmo tanto en clasificación como en carrera solo debería mejorar, y a este nivel no sería descartable que nos regalara alguna que otra victoria más esta temporada.

El punto de inflexión para Red Bull fue el Gran Premio de España, donde Hamilton obtuvo la victoria gracias a la estrategia de Mercedes. Donde no llegó el británico, llegaron sus ingenieros y estrategas. Sin embargo, el equipo austríaco ha parecido aprender la lección desde entonces y en Francia supo leer el undercut antes que los alemanes. Gracias a ello y a los demás factores, volvieron a reencontrarse con un doblete en el podio, algo que no conseguían desde 2013 cuando unos tipos llamados Sebastian Vettel y Mark Webber dominaban la Formula 1. Eran otros tiempos.

Emoción en la parte media

Tras una buena actuación en Le Castellet, la escudería McLaren tiene la intención de seguir manteniendo ese tercer puesto en el campeonato de constructores. Lando Norris ya está a 17 puntos por delante de Bottas y a tan solo ocho de Pérez, mientras que Daniel Ricciardo apunta a recuperar sensaciones tras dos circuitos urbanos donde estuvo desaparecido y un gran premio francés donde se pudo resarcir con un sexto puesto. El equipo de Woking ha demostrado tener un monoplaza con capacidad para cuidar bien los neumáticos y eso podría ofrecerles ventaja para ser competitivos en Austria y hasta poder lograr un podio en una de las dos citas.

McLaren estará pendiente de Ferrari en su duelo particular por completar el podio de escuderías, pero este año está siendo sorprendente e inesperado en varios aspectos, más allá de la lucha directa por el campeonato. Y es que Pierre Gasly no para de sumar buenas actuaciones a bordo de su Alpha Tauri. El francés ha combinado buenas clasificaciones con buen ritmo en las carreras, incluido un podio en Baku. A priori podría ser una amenaza directa para los británicos. El monoplaza de la escudería italiana está demostrando solidez, algo que sería fantástico que Yuki Tsunoda aprovechara para obtener unos resultados similares a los de su compañero. El joven japonés no solo ha quedado peor que Gasly en todos los grandes premios. También ha estrellado el coche tres veces en clasificación, fastidiando así sus opciones de puntuar en carrera. La paciencia de Helmut Marko empieza a agotarse y a medida que la temporada avanza, la inexperiencia deja de ser una excusa.

De quien también se espera buenos resultados es de los Aston Martin. El equipo británico está yendo de menos a más, y la buena gestión de las gomas podría ser nuevamente un recurso para que Lance Stroll y Sebastian Vettel puedan rascar algunos puntos si los estrategas aplican la estrategia adecuada en carrera. Con sus últimas buenas actuaciones, han logrado distanciarse del equipo Alpine, uno de sus principales rivales a batir. Los franceses parecieron dar esperanzas en la clasificación en Francia, pero en carrera la cosa fue distinta. No obstante, Fernando Alonso cada vez se siente más cómodo al volante y ha empezado a tomar las riendas del equipo. La reciente renovación de Esteban Ocon hasta 2024 igualmente debería ser un aliciente para lograr puntos con regularidad.

Ferrari necesita reaccionar y Alfa Romeo poco tiene que decir

El monoplaza rojo tanto puede ser una maravilla como una angustia. Las dos poles de Charles Lecrerc, y el segundo puesto de Carlos Sainz en Mónaco, son prueba de que los Cavallino Rampante pueden y deben estar más arriba. La actuación de Ferrari en Francia dejó mucho que desear. El piloto monegasco quedó decimosexto y el español undécimo, y el ritmo de ambos se deshinchó tras las paradas en boxes. Los de Maranello necesitan un buen resultado este fin de semana para recuperar confianza y reincorporarse en la lucha por el tercer puesto. Un factor a su favor es que cuentan con una más que competente dupla de pilotos a los que, si les das un buen monoplaza, te darán más de una alegría.

Alfa Romeo por su parte está en una situación en la que no lucha con nadie. Su ritmo está por debajo de los equipos de la tabla media pero por encima de los Williams y los Haas. Salvo actuación magistral de Kimi Räikkönen o una carrera loca con golpe de suerte para Antonio Giovinazzi, poco se espera de ellos.

George Russell y su dominio aplastante en la zona baja

En la cola de la clasificación, nada nuevo bajo el sol. George Russell sigue superándose a sí mismo, pasando a la Q2 en clasificación y habiendo realizado su mejor carrera el fin de semana pasado en Francia (sin contar Sakhir 2020 a bordo de un Mercedes), con un duodécimo puesto y con un Williams que poco más puede dar de sí. El joven británico demuestra que sobre todo hay destreza en sus resultados, y en Austria tiene una oportunidad más para coger experiencia y superar de nuevo a su compañero Nicholas Latifi. En lo referente a los Haas, nuevamente se considerará un milagro que sus dos pilotos novatos acaben la carrera. Que Mick Schumacher y Nikita Mazepin no acaben ni último ni penúltimo respectivamente o viceversa, tal vez ya es pedirle demasiado a la escudería norteamericana.