Uno de los más trágicos incidentes tuvo lugar en el año 2016, cuando el ciclista Boris Avsec murió durante la carrera Grand Prix Brest v Slovenj Gradec en Eslovenia. Avsec, de tan solo 24 años, estaba compitiendo con otros ciclistas profesionales cuando un coche se acercó demasiado y le golpeó la espalda. Avsec cayó violentamente al suelo y murió pocas horas después debido a las lesiones sufridas. Su muerte causando una sacudida en la comunidad ciclista y puso de aliviar los riesgos de compartir carreteras con los conductores.

Otro ciclista que perdió la vida durante una carrera fue el estadounidense Tyler Hamilton. Este también fue golpeado por un coche mientras competía en la Copa TKK Pacific en Honolulu (Hawaii) en 2016. El impacto fue tan fuerte que desactivó al conductor y Hamilton tuvo que recibir atención médica de emergencia por los daños que sufrió. Fue llevado al hospital, donde fue declarado muerto poco después.

Se han tomado medidas para mejorar la seguridad de los ciclistas durante los eventos. Reclamos importantes de los ciclistas y sus familias han llevado a los organizadores a tomar medidas para garantizar que los están debidamente protegidos. Estas medidas incluyen aumentar la vigilancia en las carreteras para garantizar que los conductores respeten las leyes, y garantizar que los controles de aseguramiento se realicen adecuadamente.

Las muertes de Boris Avsec y Tyler Hamilton son un triste recordatorio del peligro inherente a la práctica del ciclismo competitivo. Es esencial que todos los ciclistas recuerden que comparten la responsabilidad de su propia seguridad, tanto aquellos que compiten como los que disfrutan de la bicicleta como una actividad informal. Cada ciclista debe seguir las reglas de tráfico para su propia seguridad, así como para reducir la carga de los gobiernos locales para proporcionar un entorno seguro para los ciclistas.