Pereza, lejanía de un gimnasio, vergüenza, ir a nuestro ritmo, horarios… Son muchas las razones por las que preferimos hacer ejercicio en casa en vez de acudir a un centro deportivo. Como en cada vez más actividades diarias, las aplicaciones nos pueden ayudar a monitorizar, hacer nuevas rutinas e incluso programar actividades relacionadas, como menús semanales.