Para muchos expertos Roberto "Mano de Piedra" Durán: el peso ligero más grande de todos los tiempos.

El boxeo en Panamá tiene grandes nombres de boxeadores, pero uno de ellos es el más grande de todos, ha sido considerado por muchos expertos como el mejor peso ligero que jamás haya existido, eso se dice en un analisis profundo, primero por su disciplina, su capacidad de dar la vuelta a los combates, por su pegada, por su ferrea lucha guerrera que hizo ganar sus peleas de forma clara y convincente y sobre muchas cosas, porque peleó con los mejores boxeadores de su época, produciendo los combates más recordados de la historia.

Roberto Durán Samaniego, conocido también como Mano e'Piedra, nació en El Chorrillo, Panamá el 16 de junio de 1951, a corta edad comenzó a boxear y ya se destacaba entre el mundo del boxeo aficionado, ganando muchos combates con sólo dos perdidas. fue descubierto por Nestor Quiñonez quien fuera su primer entrenador.

Debutó profesionalmente el día 23 de febrero de 1968 en la categoría Peso Gallo, disputando contra su paisano Carlos Mendoza en la Arena de Colón, Panamá. Derrotó a Mendoza en cuatro rounds por decisión.

El estilo y habilidad para pelear en corta, mediana y larga distancia, además de una pegada fuerte le hicieron su apodo de "Mano de Piedras", brindándoles un futuro para disputar los campeonatos mundiales.

Obtuvo su primer título en el Peso Ligero el 26 de junio de 1972, en la ciudad de Nueva York. Ese día se enfrentó al que era campeón de la AMB (Asociación Mundial de Boxeo), el escoces Ken Buchanan, ganándole por nocaut en el round numero 13. De allí Manos de Piedra defendió su cinturón de campeón por 12 veces, ganando 11 por la vía del nocaut.

No tenía rivales en esta categoría, y entonces se decide a subir al Peso Welter, disputó dos combates contra el entonces Campeón del Mundo del Consejo Mundial de Boxeo, el norteamericano Sugar Ray Leonard. El primer combate, se realizo el 20 de junio de 1980, ganando por decisión unánime. Ya cómo Campeón del Mundo se realiza la revancha después de varios meses contra Leonard, abandonando y siendo descalificado por no querer pelear más, de allí nació aquella famosa frase del "NO MÁS".

Más adelante sube de peso y se alista en el Peso Super Welter, aquí gana su tercer campeonato del mundo en tres categorías diferentes, ganándole al Estadounidense Davey Moore, quien era invicto para entonces. Esa pelea fue realizada el 16 de junio de 1983 en el Madison Square Garden de Nueva York. La gloria era real.

Se enfrentaría a Marvin Hagler, perdiendo por decisión unánime en 15 asaltos.

Al regresar al Peso Superwelter, pierde ante Thomas Hearns en dos rounds por nocaut, allí vuelve a regresar al Peso Mediano y obtiene su cuarto título mundial el día 24 de febrero de 1989 derrotando a Irán Barkley, quien venía de ganarle a Thomas Hearns

Combatió ante Vinny Pazienza y Hectór "Macho" Camacho, además de pelear también contra el boxeador argentino Jorge "Locomotora" Castro, siguió combatiendo varias peleas más antes de cerrar su carrera. Ya con más de 45 años, no tenía más nada que demostrar, sus condiciones estaban mermadas para permanecer arriba en la cima. Sólo el Salón de la Fama del Boxeo esperaba.

Así concluyó su espectacular carrera obteniendo 103 combates ganados, propinando 70 nocaut, 16 perdidas y ningún empate. Esto hace que sea considerado por muchos expertos como el mejor boxeador ligero de la historia, además de ser reconocido como el mejor boxeador latinoamericano de todos los tiempos.

En lo que respecta a la vida de Durán, está destinada a ser disfrutada y la pasó bien mientras duró su carrera. Disfrutó peleando, haciendo música (cantó y tocó congas con varias bandas panameñas que financió a lo largo de los años), viviendo la vida, maravillándose de haber tenido tanto éxito considerando sus orígenes en la calle. Durán está lejos de ser siempre agradable: a menudo era crudo e insípido, pero también terrenal y honesto. “Algunas personas sienten pena por mí; piensan que crecer en las calles ha sido una carga que he llevado toda mi vida. Pero no sé nada diferente, no tengo nada con qué compararlo. No ha sido una vida fácil, pero es la vida que he tenido. No estoy sentado con un psiquiatra, tratando de averiguar por qué mi padre me abandonó. No estoy traumatizado por nada de lo que pasé. Si me gustas bien Si no es así, sigamos adelante, para mí es lo mismo ". El hecho de que su vida no lo traumatizó, cuando en la actualidad todos afirman estar traumatizados por cosas que él experimentó directamente, es Refrescante, incluso liberador. Se refiere acerca de su vida de la manera en que quiere sentirse, no de la forma en que cree que otros piensan que debería sentirse al respecto. No ve su vida como una larga queja contra un orden político que supuestamente lo creó. Hay algo sobre este estoicismo, este desafío de ser una especie de víctima, es decir, a su manera, es un tipo heroico.

Tuvo un homenaje personal y reconocimiento en el cine, con una película llamada "Manos de Piedra", protagonizada por el actor de origen venezolano Edgar Ramirez quien hizo su papel, además de actuar Ruben Blades, Robert de Niro, Ana de Armas, Usher Raymond. causando gran admiración del público en el Festival de Cannes y en los cines de sala mundial.

"El boxeo es en gran medida un juego de pulgadas y ángulos, y es a menudo el detalle más pequeño e inocuo que hace la diferencia entre ganar y perder. Toma a un tipo como Roberto Durán, uno de los mejores luchadores libra por libra de la historia. Un oponente estaría parado justo frente a él con las manos levantadas en una postura defensiva perfecta, pero Roberto, simplemente deslizando su pie derecho seis u ocho pulgadas hacia un lado, podría disparar un uppercut izquierdo a través del la guardia y una mano derecha sobre la parte superior".
—boxeador retirado de peso pesado George Chuvalo de su autobiografía, Chuvalo: La vida de un luchador: La historia del último gladiador del boxeo.