El protagonismo del verano en materia de fichajes se lo están llevando la sección de baloncesto del F.C. Barcelona. Es tal la inversión que está realizando y del tal relumbrón los jugadores que están fichando para montar el nuevo proyecto del veterano Pesic que el efecto mariposa se hace sentir en el equipo que domina el baloncesto español desde hace años, es decir, el Real Madrid, provocando una especie de depresión entre aficionados y seguidores al ver que no hay reacción desde su directiva para reforzar el equipo, al menos, con algún fichaje de esos de portada.

Es aquí cuando se empiezan a mezclar la pasión, la lógica, el fanatismo, el conocimiento, la gestión...

Poner en solfa la gestión de la secretaría técnica del Real Madrid de Baloncesto y su cuerpo técnico es una empresa más que arriesgada. Y lo es porque en virtud de los resultados obtenidos en la era Laso, hay argumentos más que suficientes para acallar las voces críticas (que siempre tuvo, tiene y tendrá el técnico vasco) y no tener porqué entrar en estados de nerviosismo veraniego.

Porque el Real Madrid no debe caer en mirar en lo que hacen los demás, sino en cubrir las necesidades más urgentes de una plantilla que poco a poco va a tener que ir desprendiéndose de los servicios de aquellos que han sido buque insignia de los éxitos de los últimos años. Se llama ley de vida y en el deporte es aún más efímera. Felipe Reyes, Jayce Carroll, Rudy Fernández están en ese declive deportivo que por edad un entrenador debe estar atento y con tacto. Primero, para no perjudicar los intereses del equipo y segundo, algo que en España se cultiva poco, para hacer entender a los jugadores que vislumbran la retirada que "cualquier pasado fue mejor". Una retirada a tiempo siempre es una victoria.

Por lo tanto, mirar a lo que hacen en materia de fichajes otros clubes es una equivocación que incluso, resaltaría cierto síndrome de inferioridad. Se trata de un deporte de equipo y la historia de este deporte - y de otros- está llena de ejemplos de plantillas que se montaron a base de talonario y nunca fueron equipo. El F.C. Barcelona, como ejemplo de equipo que ha montado una gran plantilla le queda ahora lo mas difícil: montar equipo. El eterno rival le saca ventaja: tiene un equipo.

Y las dificultades después vienen dadas para unos y otros. Esperemos por el fin de la competición que Thomas Heurtel se recupere cuanto antes porque difícil será que se pueda encontrar un sustituto de su nivel mientras esté de baja por lesión, por lo tanto, se confirma una vez más que ni siquiera fichar plantilla te de la oportunidad de hacer equipo porque siempre vienen imprevistos.

Aún así ACB y Euroliga parecen ser más atractivas que nunca en el curso que viene gracia a la inversión en plantilla. Esperemos que se cumplan los pronósticos y se formen grandes equipos que enriquezcan la competición.

Manu Rosell para Scorum, agosto 2019