Yo sé que generalmente publico sobre fútbol y que me caen mal los que opinar sin saber o estar informados. Ocurre que en algún momento de mi vida me interesó el Basquet. En la “Generación Dorada”. Sí, oportunismo y exitismo. Igual voy a intentar escribir algo decente y constructivo.
“Todo lo que está bien” es una frase que le sienta a Emanuel Ginóbili y los resultados están a la vista.
Creció los centímetros que necesitaba para poder practicar su deporte favorito y a partir de ahí, todo en su carrera fueron logros y reconocimientos ganados genuinamente. No sólo por su talento en el Basquet. En todos los deportes está más que claro que no alcanza con ser bueno técnicamente; también hace falta ser competitivo, disciplinado y tener bien claro cuál es la mejor decisión a tomar. Manu tuvo todo eso. No fue un deportista que se dejó llevar por el impulso.
Su paso por la Liga Nacional de Basquet duró poco. En Europa se lo llevaron y conquistó el continente.
Hasta que llegó el momento en que la NBA no podía esperar más. Fue en San Antonio Spurs donde encontró su lugar en el mundo. Era capaz de dejar su ego de lado y hacer lo que más le convenía al equipo en ese momento.
Participó de los Alls star Games y salió campeón en cuatro temporadas de la NBA con San Antonio Spurs. Con habilidad se filtraba en las defensas, tiró un caño con la anaranjada, asistió a sus compañeros. Siempre entre los mejores, está entre los máximos anotadores de triples; sólo detrás de Ray Allen y Le Bron James. Junto a Tim Duncan y Tony Parker conformó The Big Three, el tridente que más partidos perduró en la formación de un equipo. El jugador que recuperó más balones en la historia de los Spurs, y como si fuera poco, es uno de los elegidos en haber ganado una Euro Liga, una temporada de NBA Y una medalla olímpica. También se codea con un tal Michael Jordan en haber ganado los últimos dos títulos mencionados en una misma temporada.
El alcalde de la ciudad Ron Nirenberg anunció que el 30 de agosto será el “Manu Ginóbili Day” para honrar a “un jugador que fue un ejemplo de sacrificio, caballerosidad deportiva y del puro disfrute del juego".
Un deportista que excedió en su función en la cancha. Cambió el concepto de “Mejor Sexto Hombre”, título que era considerado con desdén como “El mejor de los malos”; ahora es el mejor suplente. Gregg Popovich, su entrenador, dijo: "Porque Manu juega tan fuerte que no puede hacerlo 10 minutos seguidos, tengo que dosificarlo en lapsos de 6 o 7 minutos."
Es decir, no jugaba menos por malo, sino que su entrega 100% al equipo iba en detrimento de su rendimiento físico y su estadía en el campo de juego.
Con la Selección Argentina se subió al podio más de una vez, ganando la medalla de Oro en Atenas 2004. Tal vez no lo recordarán pero hubo un momento donde los medios “no le perdonaron que no juegue un mundial”. ¿Por qué? Porque acababa de ser padre. Es decir, priorizó a la familia y eso lo hace humano. Una vez más tomó la mejor decisión.
Por todo esto es que anoche la NBA se rindió a sus pies. Retiraron el número de su camiseta. La 20 no se va a usar mas en San Antonio Spurs. Es suya. ¿Son conscientes de eso?
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