El jueves se enfrentaron en el WIZINK CENTER de Madrid el Real Madrid y el Barcelona, en partido perteneciente a una nueva jornada de la Euroliga, y tuve la suerte de poder presenciarlo in situ.

La entrada para el partido la guardaré como recuerdo, ya que pude presenciar un gran partido con jugadas espectaculares.

Durante la rueda de calentamiento observé la ausencia de Rudy Fernández, era una baja significativa para el equipo blanco, pero tenía efectivos de garantías para abordar el choque.

El Real Madrid quería resarcirse de la dolorosa derrota encajada en Barcelona hace 15 días, en partido de Liga ACB y con una diferencia de 17 puntos.

El partido comenzó, el pabellón presentaba un aspecto maravilloso y los dos equipos se disponían a dar espectáculo.

En el primer cuarto, los "merengues" salieron dispuestos a abrir ventaja en el marcador con una defensa intensa y un ataque rápido en el que LLull y Randolph impusieran su gran tiro exterior. En el Barcelona de Pesic Hanga y Tomic serían sus bazas ofensivas. El acierto de Randolph en el triple 3/4 en este cuarto dió ventaja de 7 puntos en el marcador a los madridistas.

En el segundo cuarto el Real Madrid rompió el partido por completo, la salida al campo del "gigante" Tavares causó estragos al ataque catalán. La intimidación y su dominó en el rebote propició contraataques y transiciones que Campazzo y sobretodo Carroll culminaron con éxito.

La ventana merengue llegaba hasta los 20 puntos, el pabellón rebosaba alegría y admiración hacía su equipo y el final de cuarto nos separaba una gratísima sorpresa, faltaban 6 segundos y la posesión era del Barça, intentaron anotar con un lanzamiento de media distancia pero erró su tiro y el rebote cayó en las manos de Campazzo y... Triplazo que atravesó toda la pista para atravesar el aro rival tras chocar contra el tablero.

En el tercer cuarto, el Real Madrid bajó un poco el ritmo y el Barcelona intentó acercarse en el marcador de la mano de Heurtel y Pangos, pero se les veía sin mucho ánimo y resignados a la derrota.

En el último cuarto se alcanzaron diferencias de más de 30 puntos, el equipo de Lado realizó un partido soberbio, el público se fue contento a casa y el equipo blaugrana recibió una buena bronca de su entrenador.