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                        ¿Y la porra? ¡no se escucha! 


                          ¡Que sí que no, que mi equipo ya ganó!


En una competencia deportiva la mancuerna perfecta es ¡LA PORRA! 

Es en el colegio el comienzo de las competencias deportivas, los competidores tienen a sus compañeros que los alientan, los padres nos quedamos roncos apoyando a nuestros hijos y lanzando gritos de ánimo, de reto al otro equipo, de "hurras" a los mejores jugadores y es entonces que se arma otra competencia: la de las porras, jalas con el tambor, el pandero, la trompeta lo que sea para hacer ruido, de eso se trata, de dar ánimos o desconcertar al contrincante, todo en un marco de "sana competencia". Se trata de no agredir. Ni al contrincante ni a los árbitros jaja pero la pasión es la que gana y se termina haciendo todo lo contrario, sobre todo ante una decisión arbitral injusta o un juego peligroso y más si es contra tu hijo, quieres meterte al campo y golpear al chiquillo que pateo de forma grosera o al árbitro que no marcó una jugada obvia. Sea el deporte que sea estamos ahí, apoyando a nuestros hijos o a nuestros equipos. 

En un partido de tenis, cuando se inicia el saque se pide silencio absoluto para permitir la concentración del solitario jugador, los alaridos estallan ante una brillante jugada.

Es algo que no puede faltar y que es un factor importante y muchas veces incluso determinante en partidos importantes, es ensordecedor, al punto de tener que inventar señas para dar las indicaciones pertinentes, grandes partidos los han perdido justamente los mejores equipos visitantes por el gran ruido provocado en un estadio.

Ese ruido es medido con un sonómetro, ¿cuánta potencia hay en ese ruido? la cantidad de decibelios, que es la unidad de medida, nos lo dirá. Un índice alto es molesto para nuestro oído, para darnos una idea: una conversación genera 40 decibelios, una perforadora eléctrica 100 dB, el récord hasta ahora en un estadio pertenece a los Halcones Marinos de Seattle en un partido de fútbol americano contra los 49's de San Francisco, con 32,000 espectadores y fue nada más y nada menos que ¡136.6 decibelios! mucho, mucho ruido. 

¿Han visto alguna vez un partido a puerta cerrada? Parece incluso hasta aburrido, no hay emoción, ese ambiente en las tribunas no tiene precio en cualquier competencia y los deportistas parecen que raramente prestan atención a toda esa fiesta, mis hijos por ejemplo dicen escuchar a lo lejos sólo los gritos.

A ello debemos sumar la fiesta armada por las "porristas", ello termina de enmarcar un buen partido. Desde las competencias colegiales las porristas son parte importante de los partidos, quizás las más cotizadas seguramente son las del fútbol americano, es toda una preparación deportiva llegar ahí.

Y todos nos convertimos en porristas en Scorum, alentamos a nuestros contactos con un voto, con un buen comentario hacemos ruido en sus publicaciones, les damos fuerza. Aunque no es una competencia, sí es una carrera, que si bien cada uno lleva su propio ritmo, la meta parece ser diferente. Hay quienes la corren a su estilo, buscando sólo la forma de ganar, por eso no les interesa leer y hacer un buen comentario, hay quienes se preparan y esa preparación alienta a otros a mejorar, a cada día dar lo mejor, quizás hay cosas que no te gustan, no ofendas, sigue tu carrera limpia, enfocado en TU CARRERA. ¿te gusta el trabajo individual? ¿lo prefieres en equipo? ¿dónde es tu mejor rendimiento? sea cual sea guarda respeto por el trabajo de los demás, eso con el tiempo seguro te dará buenos frutos, no todos tenemos las mismas cualidades ni capacidades, no permitas que el "fanatismo" ciegue tu apertura para poder apreciar otros deportes, otros estilos, hombres, mujeres, todos tenemos un punto de vista válido.

                                   ¡Vengan esos 5!

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