Supongo que el ver como cada vez falta menos para que este futbolero año 2018 termine aunado al mal momento de mi Real Madrid ha hecho que me ponga algo nostálgico. No soy poeta ni mucho menos un seguidor de este genero literario (como tantos pseudo-poetas mediocres que abundan en el Twitter), pero cuando hay algo que mueve mis sentimientos debo escribir y expresarlo. Esto me sucedió la noche del 3 de abril del presente año cuando un gol (no podía ser diferente) me hizo sentir cosas especiales e inexplicables dentro de mi. Pero no se trata de cualquier gol, sino del Mejor Gol del 2018 y el mejor gol de chilena que he visto en mi vida.

Esa noche quede tan estupefacto que no pude siquiera dormir escribí un poema que con nostalgia compartiré con ustedes el día de hoy.

Sereno y calmado, Cristiano Ronaldo volando por lo alto. Quien diría que hoy harías semejante proeza, dejando al mundo con la boca abierta. Desde el inicio hasta el final, la chilena perfecta se veía llegar. En cámara lenta se presenció la jugada, con Dani Carvajal centrando desde la banda. La viste, te gustó y la hiciste, y ni reparo en saltar dos metros tuviste. Con el compás perfecto de tus piernas la empalmaste, llevándolo al final de la red como siempre soñaste. Majestuoso vuelo emprendiste la noche de ayer, llenando de alegría el gris cielo turinés. Que decir, que cuando te vi suspendido en el aire, la piel se me erizo al instante. Con tu muestra de plasticidad, no pude evitar mas que pararme y empezar a gritar. La habías intentado, muchas veces la habías fallado; lo sabemos Cristiano, eso te tenía frustrado. Lo que no sabía la gente, Cristiano, es que lo mejor te lo tenías bien guardado. Habías esperado el momento perfecto, en el marco que querías en tu torneo predilecto. Habías reservado el mejor gol de tu carrera, para que a tus 33 años vieran que todavía vuelas. Ayer a tus pies se rindió toda Turín, escena que más seguido se debería de repetir. Cristiano, hoy te aplaudo de pie, como siempre lo he hecho y como siempre lo haré. No me interesa si ha habido mejores chilenas, porque ésta es mi predilecta; desde el ángulo que la mires ha sido perfecta. No me has dejado dormir, tu gol se repite vez tras vez en mi memoria y de allí es muy difícil que vaya a salir. Como siempre, me faltan adjetivos para describirte; simplemente eres magnífico, espectacular, el mejor goleador de la historia de la humanidad. Te mereces mas, Cris, te mereces mucho más de lo que te dan. Hoy te escribo, no para alabar el gol que te faltaba en tu colección, sino porque día a día le demuestras al mundo que cuando se trata de marcar goles tu eres el número uno. Te doy gracias Cris por todo lo que nos has dado y lo que nos seguirás dando. Te debemos tanto, pero siempre te estamos cuestionando. Gracias Cris, por existir y por haberme dejado presenciar hoy la perfección hecha chilena.

Te extraño mucho Cristiano...