Poca historia tuvo la eliminatoria de octavos de final de Copa del Rey entre dos equipos a años luz en estos momentos. Un Sevilla al que le sale todo, con un Luuk De Jong que jugó ayer uno de los partidos más efectivos de su carrera en el Sevilla, y un Valencia que llegó a la capital hispalense con un equipo lleno de no habituales y que aguantó poco los ataques del Sevilla, que ya ganaba 3-0 al descanso merced al doblete del delantero holandés y una vaselina preciosa de Ivan Rakitic.

Estaba claro que el Valencia, con la que tiene montada institucionalmente y el lío en el que está metido en liga, a sólo dos puntos del descenso, no iba a primar la Copa por encima de la competición doméstica. Esto se vio desde el once inicial, donde salvo Gabriel Paulista, el resto de titulares o no viajaron, o se quedaron en el banquillo.

Por su parte, el Sevilla puso en el césped a prácticamente el once de gala, con las bajas de Diego Carlos, Fernando, Ocampos y En-Nesyri. Suficiente para ganar fácilmente y poner su nombre entre los que estarán este viernes en el sorteo de cuartos de final de la Copa del Rey.

En clave liga, el Sevilla jugará el fin de semana ante el Eibar, encuentro clave que puede reafirmar las aspiraciones sevillistas de luchar por la tercera plaza, mientras el Valencia tendrá una final anticipada ante un Elche que está a sólo dos puntos de los valencianistas en la lucha por la permanencia.