Los orígenes del fútbol parecen haber sido olvidados por los jugadores, técnicos y directivos en estos tiempos. Es curioso que la hinchada, la fanaticada o la barra (como se suele llamar en algunos países de latinoamérica), aún permanezca a la expectativa por un túnel, un dribbling o un sombrerito. Aunque no toda, ya que se pueden escuchar cantos donde ganar es lo que importa... Esta es la crisis que anota Eduardo Galeano en el primer capítulo (El Fútbol) de su libro Fútbol a sol y sombra.

Los orígenes

En épocas anteriores existían alrededor de 12 formas de jugar al fútbol. Claro esta, el deporte no era conocido por el nombre con el que se haría famoso. En aquellas formas se pueden encontrar similitudes con el "deporte rey": En sus orígenes se jugaba con el pie, además de no constituirse en una degeneración del deporte jugado con la mano, antes de dividirse la "rugby-footbal" de la "association football".

La historia del fútbol es un triste viaje del placer al deber." Eduardo Galeano

Jugar con el pie se consideraba extremadamente difícil. Sin embargo, el Ts'uh Kúh era un manual de diversos ejercicios militares escrito en la dinastía China Han de los siglos II y III a.C. Se basaba en una bola de cuero llena con pelos y plumas, que debía ser lanzada con el pie a una red pequeña. Esta misma era colocada en varas de bambú, separadas por una distanciad de 30 a 40 centímetros. Otro ejercicio, consistía en sortear los ataques de un rival mientras se iba de camino a la red, sin utilizar las manos, sólo pies, pecho, hombros y espalda.

Ts'uh Kúh

El Epislcyros era una práctica deportiva griega, donde los jugadores se movían en un terreno rectangular delimitado por líneas: Una dividiendo el campo de los dos equipos y otras detrás de ella. El culto al cuerpo en el pueblo helénico, conllevó a hacer de las prácticas deportivas un aspecto importante de la vida de esa cultura. Al igual que el Epislcyros, el Harpastum romano fue una práctica llevada a cabo en un terreno rectángular por reclutas romanos, como entrenamiento militar. Fomentaba los valores como el espíritu colectivo, compañerismo, sacrificio, etc.

Harpastum

El Harpastum fue muy popular entre los años 700 y 800. Así las cosas, los romanos lo introdujeron en Gran Bretaña con el paso del tiempo y el uso del pie era tan poco habitual que su importancia en el fútbol es relativa. De allí que no se considere una degeneración del rugby. Ya en Inglaterra, el fútbol se convertiría en un deporte de agilidad, donde los jóvenes ingléses practicaban el dribbling-game en las escuelas. Retomando la lectura, Galeano nos advierte:

"El juego se ha convertido en espectáculo, con pocos protagonistas y muchos espectadores (...)"

El fúbol se ha convertido en dinero. El fútbol se ha convertido en el juego de los empresarios, en el juego lucrativo. Ha perdido toda capacidad de fantasía, de magia, de libertad. Pocos son los que se atreven a desafiar al juego mismo, al juez, a la hinchada. La osadia para llevar a cabo esa hazaña se debilitó con el paso del tiempo. Los valores que cultivaba no eran campañas publicitarias para dar imagen a la Asociación, sino lecciones, entrenamiento para la vida. La "técnocracia del deporte", como lo señala Galeano, ha sido la culpable de ello. Sólo nos queda saltar a la cancha del barrio, al potrero, a la esquina, en nuestras casas, en las escuelas o donde quiera que haya un balón para lanzarnos a la aventura de la libertad.

Ronaldo de Assis Moreira