Dinámicas de Grupo y Técnicas lúdicas

Antes de abordar las técnicas lúdicas, es necesario precisar qué es una dinámica de grupo. Dinámica es una palabra helena que significa fuerza y movimiento. Se puede entender la dinámica de grupo como la fuerza y la interacción que se genera entre los sujetos del grupo. En un sentido más profundo, el proceso de heteronomía que se da entre los sujetos de un grupo y constituye todas las acciones y reacciones que tienen los miembros de un grupo..

Las actividades lúdicas o los dispositivos conversacionales, hacen parte de la labor del facilitador. Este tipo de actividades permiten hacer un análisis profundo de la dinámica de grupo. Las técnicas lúdicas y los dispositivos conversacionales se utilizan para la generar aprendizaje significativo por medio del procesamiento, que permite el contraste del aprendizaje.

Las técnicas lúdicas se dividen en tres momentos:

Albor

Desarrollo

Procesamiento

Albor

Es la oportunidad de hacer el encuadre, es decir, es el momento para brindar instrucciones, validarlas y exponer los objetivos de aprendizaje de la actividad. El momento de Albor se compone de los siguientes momentos:

Primero: Aclarar. Cuáles son los objetivos de aprendizaje de la actividad

Segundo: Contextualizar. Además de presentar los objetivos de aprendizaje, es necesario incluir para qué sirve el desarrollo de esta actividad y lo que se puede obtener de ella.

das las instrucciones y al dar las instrucciones, debes

Tercero: Validar. Después de haber brindado las instrucciones es necesario comprobar que han sido comprendidas. El facilitador es el responsable de la información, por lo tanto, es necesario validarla. Una forma de validar, es acudiendo a un participante:

“Explícame por favor cuál es el objetivo”

“Cuéntame cuáles son las instrucciones…”

De esta manera, es posible verificar que la información ha sido comprendida, de no ser así, existe la oportunidad de aclarar el mensaje. Validar la comprensión de las instrucciones permite que los participantes tengan consciencia de ello y evita que los participantes culpen al facilitador de una acción mal ejecutada.

Después de validar, es útil confirmar la claridad de las instrucciones: “

“bueno como todo está claro, pueden iniciar”,

Cuando todo está claro, no hay posibilidad de culpar al facilitador por los errores en el desarrollo de la dinámica.

El momento del albor también incluye informar sobre los tiempos de desarrollo de la actividad y el tiempo disponible para ejecutar una acción. Aquí también es importante ser preciso con lo que se dice.

Desarrollo

En este momento de la dinámica, es vital no interferir. Cualquier interferencia vicia el proceso, por eso es importante dejar que el grupo sea completamente libre. Si uno de los participantes hace preguntas y se brinda esta posibilidad en el momento de las instrucciones, es válido responderlas; si en un principio se acordó que no existían más preguntas, las dudas y situaciones problema se resuelven como grupo. El facilitador sólamente interfiere cuando se presenten situaciones que atenten contra la integridad de algún participante, como situaciones de agresión física o verbal o en caso de identificar elementos que no resulten favorables para los participantes.

La técnica Stop and Go consiste en entrar al grupo en el momento del desarrollo de la actividad, lanzar una pregunta poderosa, dejar una reflexión y retirarse del grupo. También se puede recordar el tiempo que queda para el desarrollo de la actividad. Se pueden hacer preguntas como: ¿Podrían hacerlo mejor? o ¿Lo pueden hacer diferente? ¿qué está pasando?

Procesamiento

En este momento se recoge el aprendizaje de la aplicación, para ello una herramienta de contraste es la mayéutica. En el Capítulo 5 vamos a profundizar en los modelos de procesamiento de estas actividades.