1. Apuesta con la cabeza fría.

También a la hora de apostar. Sabemos que tu equipo es el mejor del mundo. De eso no hay duda. Es el que mejor juega, el que más se esfuerza, el que tiene a los jugadores más implicados… Pero a pesar de todo, no va a ganar siempre. Llámalo como quieras. Villarato, mala suerte con las lesiones, un mal día en la oficina… pero piensa antes de apostar. Quizá el de este fin de semana no sea el mejor partido para confiar en la victoria de los tuyos… Y si tu religión te impide jugar en contra de tus colores, pues elige otro partido. Seguro que encuentras uno con cuotas interesantes al que poder apostar.

2. No hagas apuestas deportivas a lo que no conoces.

Es lógico. Si así lo haces, multiplicarás tus opciones de perder. Tú sabes perfectamente cuáles son los deportes que controlas. No tienes que demostrar nada a nadie, y nadie sabe de todo, así que céntrate en tus deportes preferidos y obvia el resto. Si eres aficionado al fútbol, al baloncesto y al tenis… ¿Por qué te empeñas en apostar a voleibol?

De hecho, por mucho que te guste el fútbol… ¿Conoces algo de la Liga Filipina? Si es así, adelante, pero si no… bueno, tú sabrás.

3. Las estadísticas en las apuestas.

Ya sabes que hay varios factores que pueden marcar un partido. Esto, que parece obvio, no siempre se tiene en cuenta a la hora de realizar tus apuestas. ¿Hay bajas importantes en alguno de los equipos?, ¿qué condiciones climatológicas habrá durante el partido? Estos son parámetros que están en la mente de todos, pero vamos a ir un poco más allá…

¿Le interesa a los dos rivales por igual el partido o el torneo? Este factor es muy importante en la fase de grupos de la Europa League, aunque también podríamos poner el ejemplo del Real Madrid la pasada campaña 2013-14 cuando consiguió acceder a la Final de la Champions… ¿Hubiera jugado en Valladolid o el Vigo con la misma relajación si no hubiera eliminado al Bayern en semifinales? Así es el maravilloso mundo de las apuestas online.